Cómo hacer la bechamel de las croquetas y que salga suave

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El secreto de unas buenas croquetas, una rica lasaña o unos suaves canelones es la bechamel. Se puede usar para infinidad de platos, pero pocos son los que saben hacerla sin grumos y en su punto de textura. Es un componente que para todo tipo de platos italianos viene perfecto, ya que queda genial al gratinar. Los engrandece y les da un punto que encantará a todo el mundo.

Nosotros te vamos a enseñar a hacer una bechamel ideal para hacer las mejores croquetas del mundo. Una bechamel suave, bien cocinada que le vaya ideal a tus macarrones. Para eso vas a necesitar leche y harina, que son los ingredientes básicos para realizar una buena salsa. En las cantidades es donde está el secreto. Si queremos darle más o menos suavidad a nuestra bechamel, añadiremos más o menos harina, pero nunca sin pasarnos. La harina es la que se encarga de la fluidez del líquido.

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Bechamel para las croquetas

En caso de hacer croquetas, la introducción de los ingredientes se haría tras el paso de hervir la leche. Echaríamos el pollo, los restos de cocido, el pescado o cualquier otro ingrediente y dejaríamos rehogar durante 2 minutos para que el sabor se mezclara bien en la bechamel.

Una vez retirada la salsa del fuego. Si vamos a utilizarla para salsa, la echaremos directamente en el recipiente con la pasta para gratinar. En caso de que hagamos croquetas, la pasaremos a un recipiente y dejaremos pasar al menos 24 horas para que enfríe bien y se compacte la salsa.

Hacer una bechamel suavita para tus croquetas no es difícil, tan solo hay que remover bien y no equivocarnos en las medidas. En menos de 20 minutos tendremos una rica salsa para utilizar en muchos platos.

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