El secreto de unas buenas croquetas, una rica lasaña o unos suaves canelones es la bechamel. Se puede usar para infinidad de platos, pero pocos son los que saben hacerla sin grumos y en su punto de textura. Es un componente que para todo tipo de platos italianos viene perfecto, ya que queda genial al gratinar. Los engrandece y les da un punto que encantará a todo el mundo.
Nosotros te vamos a enseñar a hacer una bechamel ideal para hacer las mejores croquetas del mundo. Una bechamel suave, bien cocinada que le vaya ideal a tus macarrones. Para eso vas a necesitar leche y harina, que son los ingredientes básicos para realizar una buena salsa. En las cantidades es donde está el secreto. Si queremos darle más o menos suavidad a nuestra bechamel, añadiremos más o menos harina, pero nunca sin pasarnos. La harina es la que se encarga de la fluidez del líquido.
8Apartar del fuego la bechamel
Cuando hayan pasado esos dos minutos de cocinado a fuego lento, deberemos apartar la salsa del fuego. Ya podremos dejar de remover la mezcla. Es ahora cuando podremos echar los añadidos como la sal y la pimienta.
También si queremos darle el toque de nuez moscada, ahora podremos ponerla. Todo esto se pone en cantidades a ojo. Siempre removiendo para que se integren bien en la bechamel y probando para no pasarnos y rectificar si es necesario.