El secreto de unas buenas croquetas, una rica lasaña o unos suaves canelones es la bechamel. Se puede usar para infinidad de platos, pero pocos son los que saben hacerla sin grumos y en su punto de textura. Es un componente que para todo tipo de platos italianos viene perfecto, ya que queda genial al gratinar. Los engrandece y les da un punto que encantará a todo el mundo.
Nosotros te vamos a enseñar a hacer una bechamel ideal para hacer las mejores croquetas del mundo. Una bechamel suave, bien cocinada que le vaya ideal a tus macarrones. Para eso vas a necesitar leche y harina, que son los ingredientes básicos para realizar una buena salsa. En las cantidades es donde está el secreto. Si queremos darle más o menos suavidad a nuestra bechamel, añadiremos más o menos harina, pero nunca sin pasarnos. La harina es la que se encarga de la fluidez del líquido.
4Añadir un poco de leche
Aquí viene el paso más importante de esta receta de la realización de la bechamel. Con la harina bien cocinada empezaremos a añadir la leche. Pero es necesario que la harina esté hecha, ya que, si no, va a adquirir un sabor a crudo que también va a echar por tierra la bechamel. Pero tampoco deberemos dejar que se nos queme.
Añadiremos un poco de leche a la mezcla y empezaremos a remover fuerte para que ambos elementos se unan. No deberemos dejar que la harina se pegue y que se fusionen bien ambos elementos. El siguiente paso llega en cuanto veamos que la mezcla deja de ser tan líquida.