El secreto de unas buenas croquetas, una rica lasaña o unos suaves canelones es la bechamel. Se puede usar para infinidad de platos, pero pocos son los que saben hacerla sin grumos y en su punto de textura. Es un componente que para todo tipo de platos italianos viene perfecto, ya que queda genial al gratinar. Los engrandece y les da un punto que encantará a todo el mundo.
Nosotros te vamos a enseñar a hacer una bechamel ideal para hacer las mejores croquetas del mundo. Una bechamel suave, bien cocinada que le vaya ideal a tus macarrones. Para eso vas a necesitar leche y harina, que son los ingredientes básicos para realizar una buena salsa. En las cantidades es donde está el secreto. Si queremos darle más o menos suavidad a nuestra bechamel, añadiremos más o menos harina, pero nunca sin pasarnos. La harina es la que se encarga de la fluidez del líquido.
2Calentar el aceite
En el primer paso deberemos coger una olla mediana y colocarla a fuego lento. Cuando la superficie del cacharro esté lo suficientemente caliente, pondremos la mantequilla o el aceite.
Dejaremos calentar el aceite o derretir la mantequilla para dejar la superficie ideal para poner la harina, que será el siguiente paso.