Cuando ocurre una ruptura entre la pareja, se experimentan diferentes tipos de sentimientos, los cuales algunas veces se vuelven obsesivos.
Estos sentimientos fluctúan de momentos de ira, hasta depresión. Algunas veces las personas envueltas en la ruptura atraviesan por etapas de desesperación, tristeza, deseo de volver y melancolía.
Así como el amor cuando nace en la pareja es algo mágico, cuando desaparece se puede convertir en el peor de los infiernos, que puede prolongarse por muchos meses y en algunos casos extremos el sufrimiento puede extenderse a años.
Iniciar una separación es sumamente angustiante, además del dolor e incertidumbre que produce la ruptura, es aún más angustiante cuando hay hijos de por medio.
5Dependencia amorosa
Desgraciadamente, la dependencia emocional no siempre se detecta a tiempo. En muchas ocasiones las personas toman como normal una serie de comportamientos que para nada son “justificables por amor”.
Estas conductas solo generan baja autoestima, aumentan la inseguridad y el miedo a quedarse solos si la relación se rompe.