El aceite de oliva, lo sabemos, es uno de los pilares básicos de la dieta mediterránea. Esta dieta, basa en el consumo de verduras, frutas, cereales, legumbres, pescado y aceite, ha contribuido al aumento de la esperanza de vida de los europeos del sur. Y, según indican los estudios, es el aceite de oliva virgen extra el principal responsable de esta buena salud de la que hacemos gala. Es decir, que el aceite de oliva es bienvenido siempre y a cualquier hora. Pero, ¿y en ayunas?
2Es antiinflamatorio
El aceite de oliva virgen extra de calidad superior contiene oleocanthal, un compuesto orgánico natural de propiedades similares al ibuprofeno, pero sin los efectos secundarios de éste. Actualmente se está investigando mucho en este sentido, y ya existen evidencias científicas que podrían revolucionar la medicina.
Por ejemplo, recientes estudios han demostrado que el oleocanthal es capaz de destruir las células cancerígenas en tan solo 20 minutos sin afectar a las células sanas y al tejido circundante.
Para el aparato digestivo y el hígado, su consumo en ayunas reduce la acidez gástrica, porque forma una película en la pared gástrica, favorece el tránsito intestinal, mejora la absorción de nutrientes, sobre todo calcio, magnesio, zinc y vitaminas del grupo B, optimiza el trabajo del hígado, la vesícula biliar y el páncreas.