Seguramente, hace algunos años nunca te habrías imaginado en la situación de tener que elegir entre comprar una Smart TV o un proyector. Y es que hace no mucho que estas eran solo para las personas más adineradas, y para el resto de mortales se nos hacía algo imposible. Por suerte, a día de hoy están al alcance de prácticamente todos los bolsillos. Pero eso no significa que puedas comprar cualquiera, ya que tenemos esta posibilidad, hay que comparar todos los detalles de los mejores modelos.
Tanto las Smart TV como los proyectores tienen sus ventajas y desventajas. En función de lo que estés buscando, podrás decantarte más por un dispositivo u otro. A continuación te dejamos con todos los detalles que debes tener en cuenta antes de reemplazar tu viejo televisor por uno nuevecito.
1Vive la experiencia de tener un cine en casa
Si dejamos de lado la resolución, los modos HDR y la calidad de la imagen, lo que estás buscando para tener la experiencia del cine en casa como los ricos de las películas estadounidenses, tu compra será fácil, lo que necesitas es un proyector. Y es que estos son capaces de producirte la sensación de inmersión en el título que estés reproduciendo, nada que ver con lo que te proporciona una Smart TV. Si hay algo que está claro, al menos por ahora, es que una televisión inteligente nunca podrá obtener una diagonal de 300 pulgadas, lo que sí te dará un proyector decente.
Evidentemente, necesitarás lo que viene siendo una buena y gran pared para disfrutar de una pantalla de este tamaño, nada que no se pueda solucionar con una remodelación de salón. Además, incluso si solo pudieras proyectar una imagen de entre 100 o 120 pulgadas, la diferencia con la televisión inteligente es muy importante. Y si te hicieras con un proyector de 1080p, podrás disfrutar más de tus películas y series más que si las vieras en la Smart TV con 4K. Pero claro, aunque el tamaño tenga una gran importancia, hay otros muchos factores que debes tener en cuenta antes de lanzarte a realizar tu compra.