La pulsera mágica que te curaba de todo y otros productos que hoy sabes que no servían para nada

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Nuestras madres y sobre todo nuestras abuelas se han rodeado toda la vida de ciertos objetos que decían que tenían unas ventajas y realmente no servían para nada. Las pulseras mágicas, las enciclopedias, los libros de viajes, ungüentos u otros tipos de cosas que están por casa cogiendo polvo. Tras haberse gastado el dinero, se han dado cuenta de que su utilidad era nula.

De ello se ha encargado muy mucho la teletienda y los charlatanes a domicilio. Si querías un colchón, veías que anunciaban en televisión el más cómodo del mercado. Pero además del colchón te regalaban una pulsera que cura tus males, una máquina de masajes y la enciclopedia rusa del percebe. Pues nuestras abuelas decían que, para adelante, que todo, en algún momento serviría. Hoy, vamos a dar un repaso a esos objetos que tenemos por casa y que al final nunca los hemos estrenado.

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Vajilla de repuesto

En toda casa de clase media había 3 vajillas. La del día a día, la de navidad y la de repuesto. Normalmente la de repuesto nunca se ha utilizado y ha permanecido cerrada en su caja sin que hubiera sido estrenada.

Sin embargo, cuando se rompía un vaso y un plato, había drama familiar, pero nunca nuestra madre o abuela pensó en restituir el plato o el vaso con alguno de la vajilla nueva. Y es que, para ellas, que todos los platos fueran similares era algo imprescindible. Así que cuando se rompían muchas piezas, se prefería comprar una vajilla nueva a abrir la de repuesto.