Juicio a presidenta de Infancia libre: «Los niños estaban pálidos y había versos de la Biblia en las paredes»

Los agentes de la Policía Nacional que participaron en marzo de 2019 en la detención de María Sevilla, expresidenta de Infancia Libre acusada de un delito de sustracción de menores, han relatado en el juicio el estado en el que se encontraban sus dos hijos, a quienes tenía sin escolarizar ocultos en una finca de Villar de Cañas (Cuenca).

«Había operaciones en las ventanas y versos de la Biblia en las paredes. Nos impactó la palidez de los niños y que la niña -hija con su actual pareja- hacía cosas raras, gestos y sonidos imitando al perro olfateando el aire», ha narrado uno de los agentes en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 23 de Madrid.

María Sevilla está acusada de un delito de sustracción de menores dentro de la causa penal abierta a instancias de su exmarido por hacer desaparecer en 2017 a su hijo cuando debía entregarlo por orden judicial a su padre.

La Fiscalía de Madrid solicita una pena de tres años y medio de prisión y otros cinco de inhabilitación de la patria potestad. La acusación particular en nombre de su exmarido eleva la solicitud a cuatro años y medio, mientras que su defensa pide la libre absolución.

En la vista, la acusada ha explicado que en febrero de 2017 abandonó el domicilio al tener la custodia del hijo que tuvo con su exmarido, manifestando que no tenía constancia del auto por el que un juez la obligaba a entregar al pequeño. Según su versión, no se le notificó la resolución.

Además, ha hecho alusión a varios informes médicos de la Seguridad Social que desaconsejaran que el pequeño estuvieran con su padre. «Todos recomiendan el no contacto del hijo. Solo hay uno que dice que no hay abusos, mientras ha estado alejado de su padre ha estado perfectamente», ha recalcado y ha añadido que incluso el niño «presenta retrasos cuando tiene contacto con el padre».

El padre del niño ha explicado que en 2017 tenía la custodia de su hijo pero éste estaba en paradero desconocido. «Todos los domicilios que aportó la madre no existían o nunca había estado la madre ahí. Desde que desapareció del colegio de Villanueva de la cañada, se realizaron búsquedas por parte de la guardia civil y no fue posible encontrarle», ha relatado.

También ha manifestado que a su hijo no se le vacunó y que empezó a faltar al colegio de Granada al que se lo llevó la madre desde finales de 2016. «Al colegio de Granada fue 15 días y por problemas de salud no volvió. Me reuní con la psiquiatra y me dijo que nunca había visto a S., solo a la madre y unas cartas escritas supuestamente por el», ha apuntado.

En la prueba testifical, los policías han relatado que localizaron el coche de la madre en una zona de Cuenca, siguiendo al vehículo tras dar con él en una rotonda y que les llevó a una finca.

Tras tirar la puerta de la casa, se encuentran con la mujer y sus dos hijos en una habitación. «Había operaciones en la ventana, versos de la Biblia en la ventana. El Niño estaba pálido como si no le hubiera dado la luz del sol», ha señalado, agregando que la niña que tenía con su actual pareja hacía «cosas raras», gestos y sonidos de animales, olfateando el aire como si imitaran al perro.

«Me dice el hijo que su padre no le quiere porque se lo ha dicho Dios. Que su abuelo abusaba de su padre porque se lo había dicho Dios», ha narrado. Según su relato, nunca vieron a los niños salir de la casa en todas las vigilancias.

INFANCIA LIBRE

María Sevilla también estuvo inmersa en otra investigación abierta por la Fiscalía por la existencia de una supuesta trama criminal y que fue archivada al no haber «datos objetivos» para poder asegurar que Infancia Libre funcionaba como una organización ilícita.

Los hechos se remontan al 7 de diciembre de 2017 cuando el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Valdemoro dictó un auto en cuya virtud se acordó atribuir la guarda y custodia de un menor de diez años de edad a su padre.

La acusada debía proceder a la entrega del niño, en el plazo de dos días. Sin embargo, según el fiscal, «la acusada era plenamente conocedora de la indicada resolución judicial, luego confirmada por la Audiencia Provincial de Madrid».

La mujer hizo caso omiso y se llevó consigo al menor, con la intención de «no entregarlo en ningún momento al padre, instalándose la acusada y el menor juntos en diferentes puntos de España, sin que nunca el padre del menor tuviera conocimiento del lugar en que éste se encontraba».

«La acusada ocultó su localización y la de su hijo menor, impidiendo con ello la acusada que el menor estuviera con su padre así como que este ejerciera los derechos y deberes inherentes a la custodia que le correspondían», señala el fiscal.

Tras decretarse la detención de María Sevilla, la acusada y el menor fueron localizados el 30 de marzo de 2019 en una finca situada en la localidad de Villar de Cañas, Cuenca, «practicándose por agentes de policía nacional la entrada en la misma con autorización judicial, lugar donde fue detenida la acusada, procediéndose inmediatamente a la entrega del menor a su padre, para dar cumplimiento a la resolución judicial»

El Juzgado de Instrucción 27 de Madrid dictó un auto en abril de 2019 por el que prohibía a la mujer acercarse a su hijo, a menos de 200 metros, o a su domicilio, colegio o lugar de estudio, o donde pudiera encontrarse transitoriamente.

Dicho auto fue reformado por otro de fecha 27 de junio de 2019, por el que se modificaba la indicada medida cautelar en el sentido de autorizar a la acusada las visitas al menor, supervisadas, en el punto de encuentro más próximo al domicilio del menor.