El Real Madrid no comenzó muy bien la campaña 2020-2021 de LaLiga. Un insulso empate contra la Real Sociedad supone un tropiezo mayúsculo dado el poder que tiene el conjunto merengue y a que aspira a ganarse todos los títulos. Los aficionados piensan que este es un paso atrás con respecto a temporadas anteriores; porque para este curso no hizo ni un solo fichaje y solo el regreso de Martin Odegaard cuenta como «cara nueva» del proyecto. Con ese panorama, Zinedine Zidane quiso dejar claro desde el principio que las cosas no serán nada fácil y para eso mandó un mensaje muy claro para el que de verdad quiso leerlo: no tiene los jugadores suficientes para esta temporada y algunos hasta le sobran.
La alineación del entrenador francés dio muchas pistas desde el inicio, porque la ausencia de Casemiro, la introducción del noruego y después lo hecho con los cambios, puso en entredicho que el conjunto blanco de verdad pueda pelear por los trofeos importantes. El reinventarse para cada temporada es esencial, pero en el caso del Madrid la crisis supuso un frenazo a los fichajes, algo con lo que el técnico galo pudiera entender, aunque es evidente que no está de acuerdo.
Zidane no confía en el plan B
Desde el inicio Zidane colocó un equipo con algunas variantes, no solo diseñadas para probar otras alternativas de cara a futuros compromisos, sino también para demostrar que eso es lo que tiene y no mucho más. Para el entrenador francés fue una oportunidad de enseñar que no hay un recambio para Casemiro, aunque él no se ha esforzado mucho por conseguirlo; que al momento de lesiones o suspensiones no queda más que cambiar e dibujo, porque los que están detrás no dan la talla; y lo más grave es que pese a la falta de gol, en lugar de apostar por los delanteros que estaban, decidió entregarse a la cantera.
Con Luka Jovic y Borja Mayoral en el banco, que el estratega falo decidiera dejar entrar antes a Marvin y a Arribas dice mucho de que en realidad esperaba contar con alguien de más peso en ataque. Además, que sus otros cambios fueran Fede Valverde y Casemiro, dice que no hay elementos en ataque por los que apostar. Incluso que no realizara el último cambio da entender que no hay mucha confianza en lo que tenía a su disposición. Para él los fichajes deben llegar y no tener que voltear para ver un banquillo lleno de jugadores que no terminan de explotar.
Florentino Pérez prefiere esperar a 2021
Ante el conjunto guipuzcoano, Zidane confirmó sus sospechas y quiso demostrarlas ante todo el mundo, pero sobre todo ante un Florentino Pérez al que tal vez le pidió encarecidamente algún fichaje antes del cierre del mercado. No obstante, desde la dirigencia se han concentrado mucho en una operación salida que ha salido de maravilla y no tanto en las entradas; más que nada porque para eso prefieren esperar a un 2021 que debería ser mucho mejor.
Los planes del presidente merengue pasan por reunir una buena cantidad de dinero en este mercado, ahorrar mucho en salarios altos de jugadores que se fueron y contratar a la baja a jugadores importantes que estarán cerca de finalizar su contrato en 2021. Los fichajes de Mbappé, Camavinga y Upamecano, con Haaland en la recamara, son prioridad el próximo año; sin embargo, está muy bien pensar en la campaña que viene, pero en esta puede que el equipo lo pase algo mal. Zidane ya demostró un poco de lo que tendrán que pasar, pero él continuará a pesar de todo, con la idea de hacer lo mejor que pueda aunque sin un plan B en el que realmente confié.