Los torneos tenis perfectos, esos que lograr poner a todos los jugadores de acuerdo bajo una misma premisa, están muy lejos de existir. Más que nada, porque la misma condición imperfecta de los humanos hace que las cosas se den así; sin embargo, si de encontrar los fallos dentro de un evento deportivo se trata, allí los jugadores si suelen acercarse mucho y se pueden poner de acuerdo. Precisamente eso es lo que sucede en esta edición del Roland Garros, en la que son varios los tenistas se quejan y rechazan algunos aspectos que se están produciendo en el torneo.
Aunque lleva pocos días desde que comenzó el tercer y último Grand Slam de este atípico año, las quejas se multiplican rápidamente como si de un milagro de Jesucirsto se tratara. El frío y el clima centran toda la atención, pero los problemas con el coronavirus y hasta las medidas que se están aplicando en la burbuja del complejo del Roland Garros ponen en duda de que este siendo un torneo tan bueno como el que quieren hacer ver.
3Las bolas y el clima hacen una combinación letal
Al hablar de las nuevas bolas marca Wilson que se están usando en el Roland Garros todas las miradas se voltearon a un Rafael Nadal del que se sabe su difícil relación con ese tipo de pelotas. El balear ya se quejó un poco las extremas condiciones del clima, aunque tras su primera victoria en el torneo manifestó que no fueron quejas, más bien «que las condiciones son extremas. Nunca hemos jugado en un torneo de tierra similar. Hoy hacía 11 grados, no estamos acostumbrados a jugar en condiciones así sobre tierra, pero yo nunca me quejé». Para Nadal eso combinado con la pelota Wilson, que por el clima se hace aún más pesada, dificulta mucho sus opciones de hacer su juego profundo. Si bien matizó que no pondrá excusas si pierde, tanto él como otros dijeron que esos dos factores serán determinantes.