La Cumbre sobre Biodiversidad de Naciones Unidas se clebra este miércoles con la participación, virtual por la Covid-19, de los principales líderes del mundo, pero con la ausencia de los presidentes Donald Trump (EEUU) y Jair Bolsonaro (Brasil). Por eso, activistas de Greenpeace USA han colocado esculturas de hielo derritiéndose de ambos mandatarios frente al edificio de la ONU en Nueva York, donde, originalmente, iba a tener lugar la reunión, para denunciar su inacción frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Junto a las esculturas, los activistas han desplegado una pancarta con el mensaje: «Rostros de la extinción: alimentando un planeta en crisis», como señala la ONG que recuerda que Estados Unidos y Brasil se encuentran entre las naciones con mayor biodiversidad del planeta, con una variedad excepcional de ecosistemas críticos para el clima, poblaciones de vida silvestre y bosques icónicos. Sin embargo, a su juicio, los presidentes de ambas naciones están impulsando activamente una agenda anti-ambiental.
«Los incendios arrasan el planeta y el Ártico ha alcanzado este año su segunda extensión de hielo marino más baja de la historia. Las administraciones de Trump y Bolsonaro son las caras de la extinción, ya que impulsan agendas radicales que están destruyendo la naturaleza, provocando el colapso de la biodiversidad y agravando la emergencia climática. Necesitan ser conscientes del colapso ambiental y prestar atención a lo que la ciencia está diciendo. Los líderes mundiales deben actuar de inmediato para poner fin a la deforestación, proteger al menos el 30 por ciento de nuestros océanos y poner fin a las emisiones», ha declarado Arlo Hemphill, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace USA.
La Cumbre tiene lugar tras la publicación de un nuevo informe de la ONU sobre la biodiversidad que destaca la insuficiente respuesta internacional a la crisis de biodiversidad y climática. El informe llega incluso a decir que «la humanidad se encuentra en una encrucijada», atribuyendo la destrucción ambiental y el catastrófico colapso de la biodiversidad a la agricultura insostenible, la sobrepesca, la quema de combustibles fósiles y otras formas extractivas de desarrollo.
Esta cita estaba pensada como un trampolín diplomático entre la publicación del informe y la reunión de todas las naciones en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, originalmente programada para celebrarse en China en octubre, pero ahora ha sido pospuesta hasta 2021, debido a la Covid-19.
Dicha reunión establecerá nuevos objetivos globales, incluido el de proteger total o completamente el 30% de nuestros océanos para 2030, un objetivo que los científicos consideran crítico para prevenir lo peor del colapso de los ecosistemas en los océanos y evitar un cambio climático desbocado.
«Las administraciones de Trump y Bolsonaro se han convertido en villanos del medio ambiente y estas esculturas representan un planeta en crisis por la extinción de la naturaleza, de la que depende la humanidad», ha manifestado por su parte la responsable de Biodiversidad en Greenpeace España, Pilar Marcos.