Problemas sin soluciones en el horizonte merengue. Zinedine Zidane, director técnico del Real Madrid, se encontraría viviendo un terrible y horroroso dilema con respecto al ataque del cuadro de La Castellana y es que el mercado de fichajes de verano está cercano a su cierre y aún no han logrado disipar las dudas sobre los jugadores que integrarán la delantera.
«En este momento lo único que hay son dolores de cabeza y disgustos. Nada sale como se ha esperado y es probable que eso pase factura en el transcurso de la temporada. Nuestro delantero es una total estrella goleadora y determinante en situaciones difíciles, pero todo se hace complejo en la búsqueda de su sustituto y la idea principal es no sobrecargar su cuerpo, para que así, su rendimiento no disminuya con el paso de las jornadas», mencionó a este prestigioso portal web de noticias una fuente dentro de ‘La Casa Blanca’, quien inmediatamente pidió ser dejada en el anonimato para no tener inconvenientes con Florentino Pérez, presidente del combinado vikingo.
Si bien es cierto que Karim Benzema es intocable en el esquema de juego del equipo trece veces campeón del torneo internacional de clubes más importante de los cinco continentes, la UEFA Champions League, parece que el entrenador galo no ha logrado encontrar al recambio perfecto para esta temporada 2020/2021, en la que contra viento y marea deberán revalidar su condición de actual monarca de la Primera División de España, volver a levantar la Copa del Rey, trofeo que se les ha escapado por algún tiempo, y convertirse nuevamente en un rival de temer en las diversas competiciones europeas.
Aparentemente, Zinedine Zidane enviaría a Luka Jović a la Roma, Inter o Milan de la Serie A de Italia en condición de cedido para que pueda coger más experiencia y vuelva a ser ese delantero peligroso y determinante que demostró con el Eintracht Frankfurt de la Bundesliga de Alemania. No obstante, Borja Mayoral tendría mejor suerte que el serbio y se quedaría como el sustituto de Karim Benzema y es que en el Levante adquirió el suficiente nivel como para defender la casaca merengue este año.
Ahora, el mayor problema de Zinedine Zidane para este término del período de pases del verano sería el delantero español de ascendencia dominicana, Mariano Díaz Mejía, quien por fuera del gol que le anotó al FC Barcelona en el clásico de LaLiga Santander de la temporada pasada, no ha logrado convencer a nadie en esta institución, ya que solamente se ha convertido en un rotundo dolor de cabeza y más sabiendo el pastizal que cobra por estar sentado en el banquillo.
Pese a que todos los rumores de la prensa internacional apuntaban a su posible salida hacia el actual campeón de la Liga Europa, el Sevilla FC, parece que toda la operación terminó cayéndose junto a las esperanzas de Zinedine Zidane por verlo lejos del Estadio Santiago Bernabéu. La situación económica no es fácil como para tener a un futbolista sin hacer nada y que éste igualmente siga recibiendo su pago, por lo que se podría decir que Florentino Pérez es una de las personas más interesadas en el planeta en encontrar una vacuna que pueda acabar con la pandemia del coronavirus, ya que ésta ha hecho que sus ventas e ingresos disminuyeran de gran forma y, por ende, sus intenciones de traer a jugadores de talla ‘galáctica’ al teatro de La Castellana han sido destruidas.
El cuadro que dirige Julen Lopetegui quería hacerse con los servicios de Mariano Díaz Mejía, sin embargo, se pudo conocer que el delantero blanco se ha rehusado parcialmente a rebajarse el sueldo que actualmente percibe en el Real Madrid, el cual ronda los 5 millones de euros y, es por ello, que el Sevilla ha decidido declinar en su interés. Aunque se ha escuchado que serían capaces de desembolsar una buena cantidad de dinero por el delantero del Espanyol, Raúl de Tomás, específicamente 40 millones de euros.
El mercado de fichajes cerrará este 5 de octubre y Zinedine Zidane se ha quedado sin opciones para salir del futbolista español de ascendencia dominicana, así que tendrá que esperar un milagro para prescindir de él o, en su defecto, enviarlo nuevamente al banquillo para que vea los encuentros desde ese lugar.