Seven es una película estadounidense con un final extraordinario. Su productor a pesar que estaba temeroso ante la respuesta del público sobre el triunfo del mal sobre el bien, recibió increíbles críticas. Todavía es posible ver en la mente con claridad el final de una cinta de 1995.
El asesino de la historia cometía crímenes usando como base los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, lujuria y envidia. Al final de la trama, al psicópata solo le faltaba uno para finalizar su obra maestra. Puso a prueba al detective Mills para ver si sucumbía ante la ira mostrándole la cabeza de su esposa en una caja. En ese momento, toda la audiencia en el cine creía que el malo de la historia no se iba a salir con la suya y pudo verse como el protagonista encarnado por Brad Pitt descargaba todas sus balas en él.
5Doe mata a Mills en Seven
El último de los finales que cruzó por la mente del equipo de trabajo de la cinta Seven fue el argumento de que bajo el escenario de una iglesia en llamas, Doe asesina a Mills al ver que Somerset lo mataría para que no se saliera con la suya. Una idea que hubiera mitigado la maldad del asesino.
Lo que se considera interesante del largometraje es ver la vulnerabilidad del personaje principal y el cómo el criminal se aprovecha de esto para hacerlo actuar de una determinada forma. En cierto aspecto establece que los seres humanos se dejan dominar por sus deseos: comer, tener sexo, dejarse llevar por la flojera, ser rico, creerse el mejor, alterarse y desear lo que otros tienen.