Seven es una película estadounidense con un final extraordinario. Su productor a pesar que estaba temeroso ante la respuesta del público sobre el triunfo del mal sobre el bien, recibió increíbles críticas. Todavía es posible ver en la mente con claridad el final de una cinta de 1995.
El asesino de la historia cometía crímenes usando como base los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, lujuria y envidia. Al final de la trama, al psicópata solo le faltaba uno para finalizar su obra maestra. Puso a prueba al detective Mills para ver si sucumbía ante la ira mostrándole la cabeza de su esposa en una caja. En ese momento, toda la audiencia en el cine creía que el malo de la historia no se iba a salir con la suya y pudo verse como el protagonista encarnado por Brad Pitt descargaba todas sus balas en él.
3Somerset evita que Mills ejecute a Doe
La alternativa que le comentaremos en segundos fue muy pensada que hasta tenían el storyboard de la secuencia. Se trataba de que Somerset impidiera que Mills apretara el gatillo considerando matarlo él mismo, pero fue rechazada. Otras de las opciones que estaban barajando era que el detective impulsivo al ver que su compañero iba a matar al criminal, le quita la vida a Somerset para así tenerlo solo para él.
Aunque todos conocemos el final real, no cabe duda que éstos también hubiesen funcionado, debido a que el pecado de la ira hubiese desembocado no en una sino en varias muertes. Como dijo uno de los usuarios de Youtube, este pecado capital pasa desapercibido y es el causante de muchas muertes en la vida real (es común ver a un esposo que maltrata, un padre que le pega a sus hijos o un individuo vengando la muerte de un familiar).