Ciudadanos va a presentar una queja por el comportamiento de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a la que acusa de «atentar contra la democracia» por haber «amparado» este miércoles las «injurias» que, a su juicio, ha vertido contra el Rey el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, mientras se ha negado a dar la palabra a la presidenta del partido naranja, Inés Arrimadas.
Así lo ha anunciado en una rueda de prensa en el Congreso, el portavoz adjunto de ERC, Edmundo Bal, quien ha definido lo sucedido como un «lamentable incidente». También fuentes ‘populares’ han avanzado su intención de quejarse formalmente por la actuación de Batet.
Arrimadas ha intentado intervenir después de que el líder del PP, Pablo Casado, instara a Batet a actuar ante las «ofensas» que, desde su punto de vista, ha proferido Rufián contra el Jefe del Estado. La presidenta de Cs quería insistir en esa tesis e intentar que Batet aclarara qué se pueden considerar o no palabras ofensivas contra la institución monárquica.
Pero la presidenta del Congreso ha zanjado el asunto recordando a Arrimadas que ya se había pronunciado sobre el fondo de su pregunta –según Batet, no ha habido insultos a la Corona y hay que respetar la libertad de expresión de sus señorías– y que, reglamentariamente no se pueden establecer debates con la Presidencia
Bal ha defendido que la petición de Arrimadas estaba plenamente fundada porque el Reglamento del Congreso contempla la posibilidad de llamar al orden a quien profiera «palabras o conceptos ofensivos contra las instituciones del Estado». A su juicio, esto es lo que ha hecho Rufián al referirse al Rey como «el diputado 53 de Vox».
BARRA LIBRE PARA FALTAR AL RESPETO
El diputado naranja ha cargado contra Batet por sostener que «la libertad de expresión lo ampara todo» y ha insistido en la necesidad de que aclare, como pretendía Arrimadas, si piensa aplicar alguna vez el artículo del Reglamento que permite actuar contra quien ofenda a las instituciones o si hay «barra libre» para «faltarles al respeto».
Para Bal, si ya es «grave» que se permitan «ofensas» dentro del hemiciclo, lo es aún más que Batet no haya dado la palabra a Arrimadas, mientras amparaba las declaraciones de quienes quieren «romper España» y «suprimir el régimen del 78».
«Les ampara porque son amigos del Gobierno mientras no permite que la oposición tome la palabra. Es un atentado contra la democracia y los derechos de participación política», ha dicho, para justificar la queja que van a presentar ante la Mesa del Congreso contra su presidenta.