Quince años lleva ya Ana Rosa Quintana al frente de su espacio matinal en Telecinco. En todo este tiempo, “El programa de Ana Rosa” se ha convertido en un referente indiscutible de la parrilla mañanera. A comienzos de este mes la presentadora inauguró su decimoséptima temporada, llena de novedades y con la actualidad más movida que nunca. En tanto tiempo, cientos y cientos de horas de programación, es imposible no meter la pata. Es normal hacerlo, casi hasta sano. Lo difícil es reconocerlo después y hacer honra a ese refrán que todos conocemos: rectificar es de sabios. Y Ana Rosa, al menos en algunas ocasiones, se comporta como una mujer sabia.
4Un lapsus incómodo
Entre tanto nombre de entrevistados, tantas conexiones en directo y tantos temas a tratar, positivos y negativos, al final se acaba confundiendo. En uno de sus programas de comienzos de abril, Ana Rosa Quintana entrevistó a un joven llamado Marcos que había superado el coronavirus. La intención era que contase su experiencia de enfermo y lanzara un mensaje positivo a la sociedad.
Después de que Marcos contara su experiencia, ha recibido una emotiva sorpresa por parte de uno de sus mejores amigos. Este amigo le ha pedido un favor a Ana Rosa. Le ha pedido que felicitase a su hijo Patri, de 5 años, que estaba de cumpleaños. Todo iba bien hasta que la presentadora pensó que Patri era una niña y dijo: «Hola Patricia. Eres muy guapa», a lo que su padre le corrigió en seguida: “Patricio, es un niño”.
Ana Rosa, muy hábil de reflejos, supo salir pronto del paso. “Uy, perdón. Has dicho Patri y le he visto los ricitos… Es tan guapo que parece una niña«, ha respondido la presentadora. Y ahí es cuando ha llegado su felicitación al otro lado de la pantalla: «Que seas muy feliz y enhorabuena porque tienes un papá muy bueno. Un beso para toda la familia».