Un estudio realizado por el club de las Malasmadres y la asociación ‘Yo no renuncio’ ha determinado que tres de cada cuatro mujeres (75%) ha visto afectada su vida laboral tras haber sido madre y que la reducción de jornada (en un 37% de los casos), es la consecuencia más habitual.
Se trata de un documento, que se ha presentado a los medios este martes que, bajo el nombre ‘Las invisibles’, ha realizado preguntas relacionadas con la conciliación y la corresponsabilidad a más de 100.000 mujeres residentes en España, en febrero de 2020.
Entre los datos que recoge el estudio, destaca que, después de la reducción de jornada, las mujeres también se ven penalizadas en su carrera laboral a través de la imposibilidad de crecer profesionalmente desde que tienen hijos, hecho que denuncia un 22% de las encuestadas, mientras que a un 8% les quitaron responsabilidades y otro 8% ha sufrido discriminación por parte de sus compañeros.
En menor medida, están las mujeres que, al convertirse en madres, perdieron su puesto de trabajo: el 22% de ellas, mientras que un 11% dejó su puesto de trabajo por no poder compaginarlo con el cuidado y al 6% las despidieron por estar embarazadas o haber tenido un hijo.
DISCRIMINACIÓN DESDE EL EMBARAZO
En este sentido, la asociación señala que, aunque la discriminación no es tan evidente entre las mujeres embarazadas, hay que destacar que el 31% de ellas afirma que su vida laboral ha cambiado al comunicar que están esperando un bebé.
Ante esta situación, ‘Yo no renuncio’ considera «las medidas de conciliación» como «una herramienta clave para corregir la discriminación». En este sentido, reclaman que las políticas en este sentido estén «en el centro», dando «importancia al cuidado» y, por tanto, «estén enfocadas a favorecer la corresponsabilidad social del trabajo doméstico-familiar».
Al respecto, el informe recoge que un 30% de las mujeres que trabajan en empresas privadas no cuenta con ningún tipo de medida que facilite los usos del tiempo y que el 4% no usa ninguna de las medidas que ofrece su organización, aunque ésta sí las tiene planteadas.
De estas medidas, indica el estudio, las «más populares» entre las encuestadas son la libre elección de los días de vacaciones, utilizada por el 31% de las empleadas en empresa privada y el 26% de las que tienen empleo público; y la flexibilidad horaria, de la que se benefician el 20% de las que trabajan en organizaciones privadas y el 18% de mujeres en instituciones públicas.
TELETRABAJO
Otro aspecto a destacar, explican desde ‘Yo no renuncio’, es la opción de teletrabajo, al que se acoge un 15% de las mujeres en empresa privada y un 4% de las que trabajan en instituciones públicas. Cabe recordar que esta encuesta se realizó de forma previa a la crisis sanitaria generada por el Covid19.
La presienta del Club de Malasmadres, Laura Baeza, ha explicado que esperan que la nueva ley aprobada por el Gobierno en Consejo de Ministros la semana pasada esté planteada «con perspectiva de género», el elemento imprescindible, a su juicio, para que ayude de forma real a que la realidad cambie y para que el teletrabajo, «como ha ocurrido en el confinamiento», no se convierta «en una trampa más para la mujer», que «las invisibilice aún más» y la «encierre» en su casa.
Para la asociación, los datos de esta encuesta ponen de manifiesto que el nivel de satisfacción con el equilibrio de la vida laboral, personal y familiar, entre las mujeres, «no es tan alto como cabría esperar» y creen que se debe «replantear».
«Los resultados recogidos revelan que las mujeres trabajando en empresas privadas son las menos satisfechas con la conciliación de su vida laboral, familiar y personal, seguido de las autónomas», explican. En este sentido, apunta que 5 de cada 10 mujeres trabajando en empresas privadas y 4 de cada 10 autónomas afirman sentirse insatisfechas con el equilibrio de su vida laboral, familiar y personal.
«SOLAS» EN LA CRIANZA
Por el contrario, las trabajadoras en instituciones públicas son las más satisfechas, alcanzando un 61% de mujeres satisfechas con este equilibrio. Es por ello, que Baeza ha hecho un llamamiento a la implicación de las empresas en este tema y les ha recordado que son «actores» implicados en la conciliación y la corresponsabilidad.
Precisamente, sobre corresponsabilidad también trata la encuesta, de la que se desprende que siete de cada 10 mujeres (70%) se «sienten solas ante la crianza de sus hijos».
Al indagar sobre los motivos por los cuales se sienten solas, destaca que el 65% de las encuestadas se siente sola por ser la responsable principal de las tareas doméstico-familiares; el 20%declara que es por la falta de apoyo de su pareja; y el 14% por no contar con el apoyo de familiares.
«Las tres principales razones tienen que ver con el hecho de que socialmente no se entiende la crianza o educación como un trabajo compartido, una responsabilidad de la sociedad, de la tribu», denuncia la asociación.