Últimamente a Cristina Pedroche le caen por todas partes. Es cierto que a la presentadora y modelo española le gusta estar en el centro de la polémica, que se hable de ella sea para bien o para mal. “Zapeando”, el programa de las tardes en La Sexta, es ciertamente territorio minado. Hay que andarse con cuidado allí, pues vuelan los cortes, los “zascas” y las burlas a poco que uno se descuide. Y Pedroche, que duda cabe, tiene la piel dura y la mente a prueba de este tipo de bromas. Ella asume y sonríe. Aunque en ocasiones, también es cierto, a la Pedroche le descoloca un poco recibir zascas. Respira hondo, se recompone y responde lo primero que se le ocurra.
1La última, con Ana Guerra
“Zapeando” vivió esta semana uno de los momentos más tensos que se recuerdan a lo largo de su trayectoria. Todo ocurrió durante la visita de la cantante Ana Guerra, que apareció en el programa de Dani Mateo para promocionar la versión que ha grabado de una de las canciones más populares de Raffaella Carrà: “En el amor todo es empezar”. Lo que era una visita de promoción desembocó en un un tenso desencuentro entre la extriunfita y Cristina Pedroche.
Miki Nadal aprovechó la visita de Ana Guerra para hablar de la gran popularidad que goza la cantante en Instagram, donde acumula más de 650.000 seguidores. El colaborador comentó algunas de las publicaciones más sonadas de la artista, entre las que destacó un vídeo donde se la ve a saliendo de la piscina al más puro estilo ‘chica Bond’. “A las artistas como tú os gusta mucho colgar en las redes algunos videos vuestros haciéndoos los guais. Nunca yendo a echar una quiniela o cortándoos las uñas de los pies. Siempre son videos molones como este”, bromeó Nadal.
Tras este inocente comentario de Miki Nadal, llegó el momento en el que Cristina Pedroche entró en acción con un dardo envenenado. “Sí, y el otro día duchándose, lavándose el pelo que digo.. Pero, pero pero…” comenzó comentando. Rápidamente Ana Guerra cortaba a la colaboradora para soltar un “anda que me lo digas tú, es que vamos…”. “Ya, pero yo nunca me he lavado el pelo. No, si yo lo digo como envidia como, joder qué pibonazo, lavándose el pelo”, replicaba Pedroche. Saltaban chispas.