Francisco Rivera sigue triunfando como entrevistador con su sección en «Espejo Público», «Rivera y amigos». Esta semana, el extorero ha mantenido una larga y relajada charla con Antonio Canales. El bailaor, más sincero que nunca, ha hablado por primera vez del infierno que vivió a causa de su adicción a las drogas después de su separación matrimonial, y cómo sigue vivo gracias a que reaccionó a tiempo y, cuando ya no tenía ganas ni de seguir viviendo, ingresó en un centro para recuperarse.
Francisco, que desgraciadamente vivió una situación similar con su madre, Carmina Ordóñez, adicta a diferentes sustancias, ha confesado por qué, a diferencia de Canales, «La divina» nunca consiguió superar del todo sus adicciones.
Más claro que nunca, el marido de Lourdes Montes ha desvelado que, simple y llanamente, «mi madre no se dejó ayudar». «En el fondo no quería recuperarse. Estuvo ingresada muchos veces, como todos sabéis. Entraba en el hospital y cuando se recuperaba salía, pero recuperarse es un proceso muy largo. Seis meses, un año, dos años…» ha añadido Francisco, antes de finalizar confesando que para los familiares de un adicto «es un proceso doloroso, pero más doloroso es cuando salen y sabes que no están preparados para salir. Eso es demoledor».