El desperdicio alimentario se redujo a la mitad durante el confinamiento, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Según dicho estudio, antes del estado de alarma, el 70 por ciento de los españoles reconocía que tiraba algo de comida de forma regular, proporción que se redujo al 32 por ciento durante el confinamiento.
En los restaurantes, solo el 24 por ciento de los encuestados pide siempre que le envasen la comida que sobre. Entre los motivos para no hacerlo destaca la incomodidad de llevárselos al no regresar directamente a casa o que les da vergüenza pedirlos.
Asimismo, un 53 por ciento tiraría menos comida si pudiera comprar más alimentos a granel o en paquetes pequeños. Aunque la sugerencia más apoyada es la que apunta a la creación de aplicaciones y webs que faciliten la donación de excedentes a organizaciones benéficas que ayuden a las personas más necesitadas.
La encuesta fue realizada entre 1.181 españoles sobre sus hábitos de comida antes del confinamiento, que se completó con otra similar durante el estado de alarma.
El 89 por ciento de los encuestados está muy de acuerdo con que tirar comida en buen estado no es ético, no está bien. Y la mitad de ellos (un 53%) considera que si hubiera más opciones para comprar alimentos a granel (por ejemplo, pudiendo elegir el número de piezas de fruta) o paquetes de tamaño reducido, tiraría menos comida.
La OCU ha animado a los consumidores a seguir luchando contra el desperdicio alimentario y ha ofrecido una serie consejos básicos como revisar la nevera y la despensa antes de hacer la lista de la compra; planificar las comidas para los próximos días; colocar los productos recién comprados al fondo y los que llevan más tiempo delante.
Otro de los consejos es evitar comprar alimentos por impulso y por aprovechar ofertas 3×2, así como no abrir los envases hasta estar seguro de que se van a consumir.