Como todo en 2020, el festival Eurovision Junior del próximo 29 de noviembre, donde nos representa Soleá, será raro. El motivo no es otro sino la pandemia mundial por la Covid-19, la cual ha obligado a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) a tomar medidas y decisiones para poder celebrar el certamen con todas las medidas de seguridad posibles.
Para ello, tal y como ha anunciado este martes la UER, los artistas participantes de esta edición tendrán que actuar desde sus propios países. Si bien el certamen se celebrará en directo desde Varsovia, solo los presentadores y el equipo técnico correspondientes se ubicarán en el escenario de Eurovisión.
Cada país participante llevará a cabo su actuación desde un estudio de televisión de dicho país, con el fin de asegurar la seguridad del cantante. Y, para que no haya excesivas diferencias entre unos y otros, se establecerán unas líneas básicas escénicas y técnicas para las grabaciones de las canciones.
“Las restricciones de viajes y los problemas que se están desarrollando debido a la pandemia por la Covid-19 implican que, lamentablemente, no podemos traer a todos los artistas a Polonia para competir en persona en Eurovision Junior”, ha apuntado Martin Österdahl, el supervisor ejecutivo del certamen. En total, trece países participarán en el festival de música infantil.
7Malta
Malta ha participado 15 veces desde su debut en 2003 y ha acogido Eurovision en dos ocasiones, 2014 y 2016. El país insular se retiró del concurso dos años (2011 y 2012) para regresar con fuerza y ganar en 2013 con Gaia Cauchi y «The Start». Dos años más tarde, Destiny Chukunyere repitió la hazaña de su compatriota gracias a su canción «Not my soul».
Aunque se conocen los nombres de los finalistas, los malteses aún tienen que elegir cuál de ellos les representará en Polonia.