Los temas de salud y dieta pueden volvernos locos muy fácilmente. Un día es cierta una cosa y al día siguiente la contraria. O las dos cosas son ciertas a su manera. ¿Qué hacer entonces? Este es precisamente el problema con los antioxidantes. Siempre hemos creído, nos han dicho hasta la saciedad, que comer alimentos que contienen antioxidantes es un excelente remedio para prevenir el desarrollo de un cáncer. Y parece que es así, pero no. Como ya sabía Aristóteles, la virtud está en el punto medio. Ahora parece que, ciertos alimentos antioxidantes en exceso podrían contribuir a incrementar el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer.
2Té negro
El té negro es un producto hecho de la planta Camellia sinensis cuyas hojas y tallos envejecidos se utilizan con fines medicinales. El té negro se utiliza para mejorar el estado de alerta mental, así como el aprendizaje, la memoria y la habilidad para procesar la información. También se usa para tratar condiciones como cefaleas, la presión arterial alta y baja, para prevenir la enfermedad de Parkinson.
Aunque se trata de un alimento antioxidante, existen dudas sobre cómo puede repercutir su consumo en el cáncer. No existen evidencias científicas solventes que su efectividad en la prevención de ningún tipo de cáncer. De hecho, cierta investigación preliminar sugiere que las personas que beben grandes cantidades de té negro podrían tener un mayor riesgo de tener cáncer de estómago en comparación con aquellas personas que beben menos.