El Papa ha recibido esta mañana en el Aula Pablo VI a parte del Servicio de la Policía Italiana que se ocupa de la seguridad del Vaticano junto con la Guardia Suiza y ha bromeado con su «paciencia» al tratar con los curas.
«Sobre todo, admiro la paciencia que ejercen al tener que tratar con personas de tan diversos orígenes y culturas y también, me permito decir, con los curas», ha señalado Francisco en tono jocoso tras extender su gratitud a su labor de protección cuando lo acompañan durante las visitas por Roma o en otras diócesis o comunidades por toda Italia.
El Papa ha señalado que se trata de un «trabajo difícil», que requiere «discreción y equilibrio», para asegurar que los itinerarios del pontífice «no pierden su carácter específico de encuentro con el Pueblo de Dios».
A la audiencia han asistido decenas de miembros de la policía italiana y ha quedado demostrado que el Papa ha retomado las citas multitudinarias en el Vaticano. La mayor parte estaban sentados en una zona separada por una valla de seguridad del atrio principal donde estaba sentado el pontífice, si bien al final de la audiencia ha saludo a algunos de los presentes con un apretón de manos.
No obstante, el acceso al Vaticano continúa siendo muy restrictivo con media de seguridad para evitar contagios como el respeto de las distancias de seguridad, la medición de la temperatura y el uso obligatorio de mascarilla.