Seguro que has escuchado o incluso has dicho alguna vez eso de «qué dedo no me corto que no me duela». Y es que cuando llega el primer hijo es una historia y cuando llegan los hermanos, la historia se repite pero diferente manera.
No es cuestión de tener hijos preferidos sino de ver cómo el primer hijo abre el camino a un largo recorrido que no es otro que el mundo improvisado a lo que se enfrentan los padres diariamente. Así llegamos a este artículo, donde te damos algunos datos para que puedas resolver la duda y darle sentido al por qué el primer hijo puede parecer más interesante que el resto.
5Nos enseña más que los libros
El primer hijo nos enseña cosas que no están escritas. Se inventa cosas, descubre y luego las pone en práctica. Nos quedamos alucinados con sus palabras nuevas, inventadas y nos hace reír a carcajadas. Con los otros hijos también nos reiremos, pero ya nada podrá superar a las primeras cosas que vivimos con el primero.
Y es que así son las cosas, nadie nace sabiendo y si no que se lo pregunten al primer hijo de la familia, para nada nació sabiendo pero ya se sabe que los niños son como esponjas y se quedan con todo, absolutamente todo, lo que sucede a su alrededor.
