La desconexión digital lleva ya unos años siendo uno de los caballos de batalla de los derechos laborales. Las nuevas tecnologías permiten una conexión y comunicación constante entre el trabajador y la empresa. Correos electrónicos, mensajes, llamadas, consultas…El trabajador debe de estar permanentemente colgado de su trabajo, del teléfono o del ordenador para atender imprevistos.
La legislación laboral empieza poco a poco a actualizarse para proteger a los trabajadores. Pues no se trata solamente de su derecho a la desconexión, sino de su salud. Numerosos estudios advierten de los problemas de estrés, insomnio o ansiedad que conlleva la conexión permanente, los mails a deshora y todas las servidumbres del trabajo en el siglo XXI.
4Metodología del estudio
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores entrevistaron a 233 trabajadores sobre sus experiencias con correos electrónicos agresivos. Se les solicitó a los participantes que llevasen un diario en el que recogiesen sus emociones relativas a este tipo de mensajes.
El profesor Yuan explica que “dado que los mails se conservan para siempre, las personas podemos tener la tendencia a releer un mail desconcertante una y otra vez para pensar cómo responder. Eso no hace más que agravar el estrés”.