La desconexión digital lleva ya unos años siendo uno de los caballos de batalla de los derechos laborales. Las nuevas tecnologías permiten una conexión y comunicación constante entre el trabajador y la empresa. Correos electrónicos, mensajes, llamadas, consultas…El trabajador debe de estar permanentemente colgado de su trabajo, del teléfono o del ordenador para atender imprevistos.
La legislación laboral empieza poco a poco a actualizarse para proteger a los trabajadores. Pues no se trata solamente de su derecho a la desconexión, sino de su salud. Numerosos estudios advierten de los problemas de estrés, insomnio o ansiedad que conlleva la conexión permanente, los mails a deshora y todas las servidumbres del trabajo en el siglo XXI.
3Insomnio y baja productividad
Este estudio fue llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Illinois. Según los investigadores, la agresividad en los correos electrónicos se disparó durante los meses de confinamiento por coronavirus, cuando la gente teletrabajaba. La comunicación digital, sostienen los investigadores, es con frecuencia maleducada y poco delicada.
El estudio demuestra cómo recibir un mail agresivo del trabajo puede producir un efecto inmediato en el receptor. Ese efecto implica un descenso de la productividad, insomnio y emociones negativas. “A la vista del creciente uso de emails en el trabajo, es razonable concluir que este problema cada vez será más preocupante”, dice Zhenyu Yuan, uno de los autores del estudio.