Albert Rivera se ha sentado esta noche con Bertín Osborne y ha hablado sobre el duro momento de su dimisión como líder de Ciudadanos. Recordemos que el expolítico dejó su cargo, un futuro puesto en el congreso y también la política. Tres en uno que lo confesó en rueda de prensa ante todos los españoles sin que nadie o pocos se lo esperaran.
Se trata de la primera entrevista que da en televisión acerca de su nueva vida, hablando con pelos y señales de todo lo que pasó por su cabeza minutos antes de decir delante de todas las cámaras que dejaba la política: «Lo más curioso de mi dimisión es que se venía gestando ya, mi cabeza, mi cuerpo, todo… Yo tengo un secreto, en los viajes que yo hacía, he encontrado notas mías en los móviles, con notas que utilicé en el discurso de mi dimisión. O sea, notas que hice en plena campaña, me sirvieron para la dimisión. Mi última campaña de verdad fue el 28 de abril».
En cuanto a cómo le dijo a sus padres la decisión que había tomado, Albert Rivera le ha confesado a Bertín que:
«Con mis padres fue un poco igual, ellos como sabían que me iba a ir mal no me dijeron nada para no sentirme presionado. Todas las noches electorales vinieron, pero esa noche no, porque les dije que no vinieran. Cuando ya tenía el discurso encauzado, les hablé y les agradecí que me hubiesen acompañado en este viaje. Mi madre que estaba currando me contestó al rato, me dijo que me entendía y que ella también iba a descansar. Ella siempre decía ‘he ganado un líder político, pero he perdido un hijo con la política’. Sentirte respaldados por tus padres, aunque fuera por WhatssApp… A mi hija mayor se lo dije esa tarde ‘hija voy a cambiar de trabajo, se ha acabado una etapa, ya buscaré trabajo de lo mío, de abogado’ y estaba feliz por saber que iba a tener más tiempo. Ahora Daniela viene a Madrid un montón, ella está en Barcelona con su madre, pero viene mucho a Madrid».
Albert Rivera también ha querido contar una anécdota que tuvo al día siguiente de marcharse de la política cuando salió esa famosa fotografía con Malú en una gasolinera: «Al día siguiente nos fuimos a Portugal dos o tres días, que nos encanta ir por ahí. Me paro en una gasolinera y me viene un policía nacional y me dijo ‘el otro día me hiciste llorar a mi y a toda mi familia, nos hiciste llorar a todos, pero con dos cojones'».