Si algo hemos sabido observar en todo este tiempo, y hemos sido partícipes a lo largo de la carrera de Fernando Alonso, es que su éxito ha estado perseguido continuamente por las ganas de superarse, de enfrentarse a los desafíos y, en numerosas ocasiones, a mantener el pulso hacia las dificultades más extremas… incluso cuando la realidad decía que no era posible.
No obstante, en todos estos pulsos a los que el asturiano ha tenido que medirse en un momento u otro de su trayectoria deportiva, también ha sufrido accidentes aparatosos que le han hecho perderse algunas oportunidades de correr y por las que ha tenido que abandonar al momento. Tanto en la Fórmula 1, como en la Indy, o el Dakar, donde se recuerda uno de esos sinsabores más peligrosos. Conocemos los más sobrecogedores a continuación.
1El escalofriante accidente de Fernando Alonso en Australia 2016
El primero que se nos viene a la mente, y que posiblemente sea el más grave y singular de todos los que nombraremos, tiene que ver con el que sufrió en el Gran Premio de Australia en 2016, en plena carrera, cuando se disponía a adelantar al mexicano Esteban Gutiérrez, todavía en los tiempos de McLaren-Honda.
Aquel monoplaza, y a diferencia de lo visto en el año anterior de su primera asociación conjunta, ese McLaren había nacido mucho mejor, con unas prestaciones acordes al resto de la parrilla y con chasis que, en definitiva, se situaba para encabezar la tabla media. Allí, Fernando Alonso luchaba por posición con el del Haas hasta que, pocos metros después del intento, acabó empotrándose con Gutiérrez y por el que dio varias vueltas de camapana.
El informe que reveló la violencia del mismo, aseguró que Alonso rodaba a 313 km/h cuando trató de adelantarle en la curva 3 y que en el momento del impacto la velocidad fue de 305km/h. Con la suspensión delantera rota, el coche de Alonso golpeó el muro con una desaceleración lateral de 45G. La cámara de alta velocidad reveló que la cabeza del piloto chocó con la parte derecha del cockpit dos veces durante el incidente. Mientras el coche se deslizaba por la hierba, terminó por hundirse hundió y volcar. Afortunadamente los dos pilotos salieron por su propio pie, pero el percance hizo que se perdiera la siguiente carrera, en Bahrein.