Ha llegado el momento de hacer las compras en el hogar y el queso es uno de los productos alimenticios que no puede faltar, pero por qué si se trata de un complemento de la comida. Dicen que hay una sustancia que lo hace muy adictivo, pero más adelante responderemos si es comparable con la droga. Lo incuestionable es que vamos a comprar un hot dog y le decimos al vendedor ‘me le rallas suficiente queso’ o compramos una pizza y lo que esperamos es ver el queso estirarse al agarrar un slice.
Según los datos del 2017 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), apuntan que un español consume 7,66 kilos anuales. Entran muchas categorías de este ingrediente: fresco, fundido, tierno, semicurado, curado, azul, queso de oveja y de cabra, queso de bola, los suizos entre otros. Para cerrar este abreboca del artículo se dedica un 3,80% del presupuesto doméstico en comprar queso.
5Aversión al queso
A pesar que el queso es amado por muchas personas, hay individuos que demuestran aversión. Puede que para ti no sea viable esta afirmación, pero un estudio que publicó tendencias21.net demuestra lo antes descrito. Se realizaron preguntas a 332 personas de las cuales el 6% indicó rechazo. El 18% de los que no consumen el alimento derivado de la leche dijeron que eran intolerantes a la lactosa y un 47% que no le gustaba.
Los estudios se profundizaron un poco más y se sometieron a 30 personas a una resonancia magnética, la mitad de ellos no sentían gusto por el queso. Al analizar el cerebro mientras se les mostraba imágenes del alimento más olores, lograron determinar que una parte del cerebro, el paladio ventral estaba inactivo en aquellos que no les gustaba. Vale recordar que esta zona está activa en aquellos que tienen hambre.
Otro de los hallazgos muy curiosos que arrojó el experimento es que las áreas como el globus pallidus y substantia nigra que participan en el circuito de la recompensa – activadas cuando algo gusta- estaban más implicadas en las personas que detestan el queso que a las personas que les gusta. Estos estudios fueron realizados por científicos franceses.