El sector pesquero español exige al Gobierno una solución urgente al limbo legal que impide la comercialización del marrajo dientuso capturado legalmente por la flota de palangre de superficie y actualmente procesado y almacenado, según informa Cepesca en un comunicado.
En concreto, y a juicio del sector, esta situación se debe a la descoordinación interministerial del Gobierno y, en especial, a la negativa del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico a permitir la comercialización de las capturas ya realizadas.
Según el sector, y a pesar de las «buenas palabras» del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, desde él no ha habido una defensa clara y contundente, ni de sus intereses ni del cumplimiento de la legalidad y transparencia del sector en lo referente a las capturas de esta especie, lo que pone en peligro la viabilidad de esta flota y los aproximadamente 10.000 puestos de trabajo que genera.
El conflicto entre pesca y comercialización surge de los distintos criterios establecidos por Agricultura, que gestiona la pesca del marrajo, e Industria, del que depende su comercialización internacional. Así, mientras el Departamento de Luis Planas ha permitido, y permite aún, las capturas de esta especie en todos los océanos (como, por ejemplo, 940 toneladas en el Atlántico Norte, de acuerdo con las recomendaciones de ICCAT), el de Reyes Maroto ha establecido de manera unilateral un cupo final de comercialización de marrajo en los diferentes océanos para 2020, incluyendo únicamente 350 toneladas en el Atlántico Norte.
Según el sector, durante los últimos meses, la flota afectada ha solicitado a Agricultura indicaciones para actuar ante la disparidad de cifras, obteniendo siempre como respuesta que el cupo de exportación de 350 toneladas era sólo orientativo y se ampliaría hasta cubrir las capturas realizadas legalmente en el Atlántico Norte, puesto que considera que las recomendaciones de ICCAT son las que hay que cumplir.
No obstante, las desavenencias entre ambos Ministerios se mantienen y la flota española de palangre de superficie se ve abocada a una «crisis sin precedentes» si no se habilitan los certificados CITES necesarios para comercializar el pescado ya capturado, tanto el almacenado en frigoríficos, como el que se encuentra en las bodegas de los buques.
Por otro lado, Cepesca también subraya el importante trabajo que realiza desde hace años el sector para garantizar la pesca sostenible.
La flota española de palangre de superficie realiza la pesca de marrajo dientuso, una de las 500 especies de tiburón existentes, con «total transparencia» y siguiendo las normas y recomendaciones de las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP), responsables de la gestión de estas especies en todos los océanos (ICCAT, IOTC, IATTC y WCPFP).
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha subrayado que el «sector pesquero español afectado, declarado esencial por el Gobierno durante la Covid-19 y que ha permanecido operativo y garantizando el suministro de pescado a la población en todo momento, se siente abandonado por el Gobierno, que está condenando a la flota de palangre al colapso, incluso a su desaparición, ya que no podrá hacer frente a la crisis económica que está generando este tema». «Nos están condenado al limbo, y no precisamente de los justos», ha sentenciado.