La mantequilla es uno de los alimentos tradicionales que están en todos (o casi todos) los hogares de nuestro país. El lugar adecuado para su conservación es el frigorífico, donde mantendrá la temperatura y no tendremos problemas por si se estropea.
Elaborado de la leche, la mantequilla se produce a partir de la propia nata, la cual se bate de forma continua hasta que el producto se consigue ‘solidificar’. Las principales industrias lácteas han apostado por aligerar el proceso de fabricación, algo que ha repercutido en un producto mucho menos ácido pero más industrial.
¿Ha afectado eso en la calidad del producto? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un extenso análisis de 24 marcas de mantequilla que se venden en el supermercado. El organismo ha analizado su dureza, su etiquetado, la calidad de sus ingredientes, su conservación y su degustación final, ¿el resultado?
Dos de las 24 suspenden y otras tres se sitúan en el límite del aprobado. A continuación, repasamos las cinco mejores marcas y las cinco peores. Eso sí, para gustos, en este caso, los sabores.
2Reny Picot
La marca asturiana Reny Picot está considerada por los consumidores como una de las mejores que se pueden encontrar en el mercado, ya sea para la compra de leche o para cualquier otro producto lácteo.
¿Cómo es su mantequilla? El estudio de la OCU le otorga un meritorio segundo puesto. Se trata de un producto caro pero por el que se paga calidad, ¿en qué destaca respecto a la competencia?, en la calidad de sus ingredientes (unos niveles de humedad perfectos, el extracto seco magro (ESM) dentro de los límites y con una grasa en los niveles permitidos) y su conservación, los cuales están calificados como «muy buenos». La calificación final del producto es de 81 puntos sobre 100, es decir, rozando casi la perfección.