- Hong Kong 70 es restaurante en el que degustar la comida típica cantonesa.
- Está ambientado en un puesto callejero de los años 70.
- Tiene un precio medio de 20 euros por persona.
Todos hemos deseado alguna vez viajar el tiempo. Argumento de innumerables películas y obras literarias, ¿quién no ha soñado con teletransportarse al París de los años 20, a Nueva York o en los 60… o a Asia en los locos 70? Precisamente de este concepto parte Hong Kong 70, un restaurante en el que degustar la comida típica cantonesa ambientado en un puesto callejero de los años 70.
Ubicado junto a la Plaza Mayor de la capital, en el número 28 de la castiza calle Toledo, en Hong Kong 70 los detalles se cuidan al máximo, tanto en el local, como en la oferta culinaria y el servicio. Puede que no sea el único sitio en Madrid donde poder degustar la auténtica gastronomía cantonesa, pero probablemente sea el más céntrico y más cuidado de todos ellos. Solo entrar por la puerta hace que te traslades a un universo paralelo, en el que el buen gusto de la decoración y el embriagador olor de la comida es capaz de abrir cualquier apetito.
Chefs originarios de Hong Kong
La gastronomía, ejecutada con maestría por chefs originarios de Hong Kong, no puede ser más variada ni genuina. Las propuestas provienen del recetario cantonés tradicional y todos los platos se elaboran a mano de forma casi artesana. En la extensa carta se pueden encontrar exquisitos platos de verduras muy poco conocidas aquí como el brécol chino o cazuelas de arroz cantonés al horno, por poner algunos ejemplos.
Mención aparte merecen las jiaozi o empanadillas caseras de pato con foie. En su punto, y con una salsa ligera, la mezcla de sabores explota en el paladar, en un maridaje perfecto entre el crujiente del pollo y la cremosidad del foie. También merecen la pena probarse el Dim Sum Xia Jiao, relleno de gambas, y las vieras, servidas en su concha y cocinadas al vapor. Una delicia que no olvida a aquellos que están intentando perder esos kilos ganados durante los largos meses del confinamiento.
“Es la segunda vez que vengo aquí, y la verdad es que en esta ocasión también me llevo un recuerdo maravilloso de la comida que sirven. Todo está riquísimo. Pedimos tallarines a las 3 verduras, rollitos de primavera de verdura y de cerdo, arroz con ternera al curry, pato a la pekinesa y dimsum de pollo con trufa. Éramos 3 personas. No pudimos ni pedir postre de lo que comimos. El ambiente genial, es más, tuvieron la deferencia de ponernos en una mesa con piezas del mahjong, por lo que todo estupendo”, asegura una comensal.
Carnes asadas
Como platos principales encontramos -cómo no- el Pato asado Hong Kong style y es que la especialidad de este restaurante es la carne asada cantonesa. No obstante, también presenta numerosas propuestas a base de cangrejo, langostinos, pollo o ternera. Para los más indecisos, ofrecen la posibilidad de combinar varias carnes. Especialmente recomendable es la combinación entre pato y cerdo, con una salsa de cerveza que aporta un punto refrescante y ligeramente amargo, en claro contraste con el dulce del glaseado de la carne. Tierna y bien cocinada es una opción perfecta para quienes se queden con ganas de degustar todos los platos del menú.
Los postres van desde una tradicional tarta de queso a un innovador helado de alubias. Pese a lo peculiar del sabor, el helado está bien logrado, cremoso y refrescante, con un punto ácido que recuerda a los clásicos helados de limón y que hará que no solo lo más golosos quieran repetir. Para quienes tengan prisa, Hong Kong 70 dispone de un menú del día (de martes a viernes a mediodía) para que el comensal pueda disfrutar de una pequeña muestra de la auténtica cocina tradicional cantonesa.
Decoración bien lograda
La decoración es un punto aparte. Se trata de un local de dos plantas bien diferenciadas. En la primera se respira el ambiente callejero del Hong Kong de los años 70 y nada más entrar la decoración recoge numerosos guiños a la cultura oriental, tales como los taburetes rojos, las mesas cuyos tableros están formados por piezas del popular juego chino Mahjong o los periódicos que cuelgan de las paredes que simulan los reales de la época.
Más al fondo, traspasando unos llamativos cierres metálicos decorativos, la sensación de estar en plena calle se agudiza con detalles como las réplicas de patos colgando de la cocina vista del restaurante bajo un cartel de luces de neón; las sillas y mesas metálicas como de terraza; un toldo de anchas rayas rojas, blancas y verdes (los tonos que predominan en toda la estancia); o el suelo de cemento con líneas pintadas como si de una vía urbana se tratara, por mencionar algunos.
Varios ambientes
En contraste, la planta de debajo de Hong Kong 70 se vuelve más íntima y oscura, gracias al ladrillo visto, unas cortinas de color rojo oscuro de flecos que cuelgan de los techos abovedados o el terciopelo burdeos de algunos asientos en combinación con sillas de mimbre. Un letrero de luces de neón verdes y apliques de pared como única iluminación completan la sala, en la que como anexo esconde un original reservado circular de asiento corrido en forma de jaula dorada. En esta planta, los baños también integran la ornamentación oriental, en los que toma protagonismo la cerámica china y numerosas y abultadas jaulas doradas ubicadas sobre el suelo en un rincón.
20 euros por persona
Con una capacidad para 60 comensales, el precio medio es muy accesible: 20 euros de media por persona. Además, posee un estupendo servicio de delivery, tanto con entrega a domicilio como para recogida en el propio local. Hong Kong 70 abrió sus puertas el 20 de febrero de 2019 abrió sus puertas logrando diferenciarse rápidamente. En él, a diferencia de otros restaurantes de este tipo de gastronomía, los platos no se han adaptado a los gustos occidentales, ofreciendo propuestas de la auténtica gastronomía tradicional de Hong Kong.
Se trata del hermano pequeño de Ninja Ramen, la taberna japonesa situada en pleno barrio de Malasaña que tanto éxito ha cosechado desde su apertura en 2015. Debe su nombre a que Hong Kong es conocida como la capital gastronómica de Asia por su diversidad culinaria. Y, en concreto, la comida callejera y los bulliciosos dai pai dong (puestos de comida callejera) son legendarios.
Hong Kong 70 es una apuesta segura para los amantes de la tradición y la aventura. Una opción perfecta para los apasionados de los viajes que frente al coronavirus no han podido seguir explorando territorios recónditos. Es, en definitiva, una deliciosa vuelta al pasado sin abandonar, al menos físicamente, el bullicioso centro de Madrid.