El Teatro Real ha vuelto a abrir sus puertas entre aplausos de los asistentes para ‘Un ballo in maschera’ tras la polémica del pasado domingo, que obligó a cancelar la función ante las protestas de parte del público que entendía que no se cumplían con las medidas sanitarias por la pandemia de coronavirus.
Tal y como estaba previsto, a las 20.00 horas ha arrancado una nueva función de esta obra, con dirección musical de Nicola Luisotti y ambientada en las luchas del siglo XIX entre el norte y sur en Estados Unidos, con la abolición de la esclavitud como telón de fondo.
Los espectadores han ido llegando poco a poco a sus asientos desde las 19.00 horas, precisamente una de las recomendaciones del Teatro Real para evitar aglomeraciones. Para esta ocasión, el coliseo madrileño decidió tomar la medida de limitar al 65% el aforo en todas las zonas, lo que ha conllevado la reubicación de algunos abonos.
En días anteriores se habían vendido todas las entradas disponibles (el aforo máximo que ha establecido el teatro en general también es del 65%, frente al 75% que permite la ley), tal y como se podía comprobar en la web del Real. No obstante, ha habido un porcentaje de devoluciones.
El total de las entradas vendidas ha sido de 804 entradas (lo que equivale a un 45,67% del aforo, ya que el Teatro Real tiene capacidad para 1.853 personas), tal y como han apuntado fuentes de la institución. La imagen en la mayor parte de la zona de bucatas ha sido la de separación y los asistentes han participado con normalidad, aplaudiendo desde el primer momento la entrada del director musical Nicola Luisotti.
Hace dos días, el presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón, reiteraba que el coliseo madrileño cumplió el pasado domingo con las medidas de seguridad sanitarias, aunque se trataría de ser «sensible» respecto a quienes tengan «sensaciones subjetivas» de inseguridad por la pandemia de coronavirus.
«Habrá que echarle imaginación y esfuerzo en próximas funciones, no solo para cumplir medidas sino para empatizar con los que sienten prevención por el virus. A ver si conseguimos infundirles tranquilidad», explicó en una rueda de prensa. Desde el Real se afirmaba también que el aforo de la función suspendida –un 51%– cumplía con las medidas, así como la distancia entre espectadores.
Por su parte, el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, también anunció el inicio de una actuación de oficio por los incidentes del domingo. Según la denuncia de algunos espectadores, en algunas plantas del teatro que se situarían mayoritariamente en los pisos superiores y, en menor medida, en el patio de butacas, había hasta 15 asientos seguidos ocupados por personas que no acudían juntas a la ópera.