Las groserías son como un desahogo espiritual. Cuando las dices, sientes que algo se libera. De repente ves a tu hermana que no te devolvió la camisa que le prestaste ayer y le dices una de las tuyas o bajas del carro y derramas el café sobre la ropa y ahí va un montón de tacos, porque a diferencia de México, en España tacos son palabras malsonantes mientras que en el país azteca es una comida y de las más típicas.
Abuelos y padres siempre nos aconsejaron que no dijéramos malas palabras debido a que denota marginalidad y poco cerebro, pero la ciencia se encargó de darnos una patada en el estómago, nuevamente, y decirnos que «noooo señorita, si dices groserías es porque eres inteligente», ¿puedes creer eso?, las pruebas a continuación.
7Libera tensión
En Nueva Zelanda se realizó un estudio a los trabajadores de una fábrica de jabón. Determinaron que dentro de la interacción empleaban tacos, pero el lenguaje no lo aplicaban con los colegas de otros departamentos. Los expertos llegaron a la conclusión que las groserías se usan como una forma de liberar tensión, de mejorar el equipo de trabajo y generar más confianza.
Un atributo que hay que medir es que en cada país las groserías no son diferentes y por ende su efecto es distinto. Se cree que en Japón no hay groserías, pero ellos cuentan con insultos relacionados con perder la dignidad que son más delicados que cualquier taco que pudiera haber en España.