En Francia el deporte estuvo en vilo durante varios meses debido a la pandemia del coronavirus. Pero gracias a las buenas medidas aplicadas uno de los eventos más especiales, como lo es el Tour de Francia; ahora le llegó la hora a otro certamen característico del país galo y ese no es otro que el Roland Garros. El que este año será el tercer Grand Slam de la temporada tendrá muchos actores, muy buenos todos; pero el principal será el de siempre, el que acapara miradas, el indiscutible de la tierra batida: Rafael Nadal.
Muchos podrán disfrutar de sus hogares de un torneo apasionante, debido a que el virus no permitirá a las personas vivir de cerca como el español trata de llevarse su título número 13 de Roland Garros. El plato fuerte para los amantes de la arcilla y del buen tenis está servido para que todos lo puedan degustar; sin embargo, hay algunos síntomas que indican que esta puede ser una edición un poco atípica para el balear, porque la verdad es que se acumulan algunos problemas que le pondrán las cosas más que difíciles en su lucha por alcanzar la gloria una vez más.
4Otro «batacazo» no tan sorprendente
Para muchos expertos la lógica dice que el domino de la tierra batida, más aún en Roland Garros, está en manos del nacido en Mallorca. No obstante, lo bello del deporte es que puede que no siempre ocurra lo que se espera más con la calidad que estará presente. Si bien en una escalón por encima están tanto Djokovic como Thiem, la verdad es que otros buenos tenistas dirán presente para tratar de arrebatarle el título al español. En la lista de participantes figuran algunos de la talla de Zverev, Tsitsipas y Medvedev. Además, hay otros que con su tenis pueden cusarle problemas como el siempre peligroso Monfils o Schwartzman, que ya le ganó en Roma. Cualquiera que lo derrote será catalogado como «la sorpresa», pero el argentino demostró en Italia que ese milagro si que puede ocurrir.