En Francia el deporte estuvo en vilo durante varios meses debido a la pandemia del coronavirus. Pero gracias a las buenas medidas aplicadas uno de los eventos más especiales, como lo es el Tour de Francia; ahora le llegó la hora a otro certamen característico del país galo y ese no es otro que el Roland Garros. El que este año será el tercer Grand Slam de la temporada tendrá muchos actores, muy buenos todos; pero el principal será el de siempre, el que acapara miradas, el indiscutible de la tierra batida: Rafael Nadal.
Muchos podrán disfrutar de sus hogares de un torneo apasionante, debido a que el virus no permitirá a las personas vivir de cerca como el español trata de llevarse su título número 13 de Roland Garros. El plato fuerte para los amantes de la arcilla y del buen tenis está servido para que todos lo puedan degustar; sin embargo, hay algunos síntomas que indican que esta puede ser una edición un poco atípica para el balear, porque la verdad es que se acumulan algunos problemas que le pondrán las cosas más que difíciles en su lucha por alcanzar la gloria una vez más.
3Los juegos en la noche pueden hacer mella en Nadal
La edición de este Grand Slam en París estará marcada por el techo retráctil y por la posibilidad de que haya más partidos de noche de lo que se podría esperar. El cambio de fecha hace que las condiciones cambien, porque por estos meses de año las horas de luz natural se acortan; por lo que una buena iluminación será vital, algo que ya están preparando en la Philippe-Chatrier. Eso combinado a que se podrá cerrar la pista central, la luz se enfocará mejor y la lluvia no será un inconveniente. Sin embargo, la bola por la noche cambia y eso sería un problema para Nadal. El balear ya lo sufrió ante Schwartzman, porque la pelota en la noche se agranda y pesa un poco, un hecho al que todos se deben adaptar, pero al balear le cuesta un poco más y en la capital francesa deberá afrontarlo.