El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha considerado necesario «escribir en piedra» el concepto de neutralidad tecnológica para abordar el camino hacia la descarbonización, ya que «todas las tecnologías y soluciones son necesarias».
En su participación en un encuentro ‘online‘ organizado por la Cátedra de Transición Energética Universitat de Barcelona-Fundación Repsol, Imaz ha reiterado que no se puede afrontar este camino «solamente con unas tecnologías y con unos caminos».
«Nos podemos hacer trampas en el solitario, engañarnos, pero si no lo asumimos de otra forma, no va a haber solución. Si no se admite, no va a haber solución para las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y el cambio climático», dijo.
El ejecutivo de Repsol defendió que las emisiones de CO2 «no son un fenómeno de contaminación local» y que la respuesta «tiene que ser integral, no puede ser simplista y local».
«No podemos quedarnos en el concepto de emisiones directas. Es decir, medir en un momento y lugar determinado cuánto CO2 un vehículo está emitiendo en España. Nos estaríamos haciendo trampas y escondiendo debajo de la alfombra el problema», añadió la respecto.
Asimismo, consideró que la electrificación no tiene la solución total para el problema, ya que una parte de la movilidad (aviones, barcos, transporte pesado) no son actualmente factibles con dicha tecnología. «Además, es el principal emisor de CO2 en estos momentos en el mundo, con el 42% de las emisiones», dijo.
Por ello, pidió dar una respuesta a las emisiones de CO2 basada en las propias necesidades industriales y tecnológicas del país, así como mirar a todas las opciones existentes, como la eficiencia energética, las renovables o la economía circular, entre otras. «En conjunto, necesitamos una aproximación holística con todas las tecnologías», subrayó.
COMPROMISO «FIRME» CON SER UNA COMPAÑÍA EMISIONES NETAS CERO
Además, Imaz reiteró el compromiso «firme» de Repsol en alcanzar las emisiones netas cero en 2050, que anunció el pasado mes de diciembre siendo la primera compañía del sector que tomaba esa decisión.
«Hablar de 2050 es muy fácil, pero más importante es saber qué va a pasar en 2020, cuando vamos bajar en más de un 3% respecto a la base de 2017 nuestra intensidad de emisiones de CO2, hablar de 2025, donde vamos a superar el 10%, de 2030, donde superaremos el 20%, de 2040, donde superaremos el 40%», añadió al respecto.