La Asociación Nacional de Balnearios ve «razonable» que se suspenda el Programa de Termalismo, pero reitera la necesidad de que los contratos se prorroguen para el ejercicio del 2021 ya que los tiempos administrativos «dificultarán enormemente la negociación de nuevos contratos».
El presidente de ANBAL, Miguel Mirones, recuerda que el Programa de Termalismo es «completamente diferente» al de vacaciones en su contenido, comercialización y forma de contratación, por lo que el anuncio de una suspensión de lo que resta de año «parece razonable en el caso de los balnearios», ya que en noviembre se acabarían los turnos de este año y «poner en marcha la maquinaria administrativa para arrancar el Programa significaría que cuando cogiese la velocidad de crucero, prácticamente habría que cerrar».
No obstante, considera importante que se organice un turno como programa piloto en algunos establecimientos que están abiertos y que cumplan los protocolos anticoronavirus, de forma que permitan establecer la base de funcionamiento con garantías de seguridad para los clientes, trabajadores y residentes de los municipios para reiniciar en febrero o marzo de 2021. ANBAL recuerda que, por el momento, no se conoce ningún incidente en un balneario que haya abierto con protocolos.