Las apariencias engañan. Esto llevan siglos diciéndolo los filósofos, y no hay día en que uno no pueda darse cuenta a poco que se fije. Vivimos inmersos en la rutina, en una cotidianeidad mecánica que no nos deja un respiro para ver un poco más allá de lo de siempre. Nuestra vida de diario es mucho más apasionante, y esconde muchos más misterios de los que puedes imaginarte.
Basta con intentar mirar con otros ojos esos objetos que están a nuestro alrededor. Preguntarte por qué estarán hechos de ese modo y no de otro. Buscarles aplicaciones y utilidades inéditas. Desde que nos levantamos hasta que nos volvemos a acostar utilizamos infinidad de objetos que facilitan nuestro día a día. Artilugios que, por simples que parezcan, hacen que nuestros quehaceres diarios se desarrollen con más rapidez o de una manera más cómoda. Sin embargo, nuestro estresante estilo de vida nos impide tener el suficiente tiempo para preguntarnos el porqué de las cosas.
2Los relieves en el teclado
¿Alguna vez te preguntaste cómo puedes escribir sin esfuerzo y sin mirar el teclado? Bueno, gracias a estas pequeñas protuberancias en las teclas “F” y “J”, tus dedos índices pueden ubicar otras teclas con tu memoria muscular sin necesidad de observarlas.
Está hecho así para que los dos pulgares puedan apoyarse en la barra del espacio. A lo largo de los años, se han intentado otras estrategias para facilitar la escritura, pero ninguna demostró ser tan útil como esta.