A veces enseñar es desesperante. Es como chocarse una y otra vez contra un muro, o como tropezar en infinitas ocasiones con la misma piedra, o como no saber montar una figura de Lego. Y es que transmitir conocimientos no es fácil en absoluto y, si se nos atraganta una materia o un contenido, pueden pasar meses antes de remontar el vuelo. Las matemáticas, todos lo sabemos, pueden amargarnos la vida durante meses, incluso años.
Si no es fácil enseñar nada, mucho menos lo es enseñar matemáticas. No se trata de que el alumno memorice como un papagayo y nos suelte una parrafada sin saber lo que dice. En matemáticas eso no sirve, y tendremos que arreglárnoslas para enseñar de otra forma. Y el Lego, el mítico juego de construcción que tanto nos entretuvo en nuestra infancia, puede sernos de mucha ayuda.
7Patrones de simetría
Entre los colores y la posibilidad de construir cualquier forma, los bloques de Lego Education son herramientas perfectas para llevar a cabo diferentes retos para crear estructuras que jueguen con los patrones y la simetría.
Un patrón puede ser tan simple como alternar piezas con dos colores, como lo sería una serpiente roja-verde-roja-verde-roja. Incluso pueden ofrecer retos más complicados, como por ejemplo preguntar a los alumnos si son capaces de montar alguna secuencia matemática, como la representación mediante triángulos o cuadrados de secuencias numéricas sencillas. En el caso de la simetría, podemos intentar hacer algo tan sencillo como construir dos objetos uno a imagen del otro a modo de espejo.