A veces enseñar es desesperante. Es como chocarse una y otra vez contra un muro, o como tropezar en infinitas ocasiones con la misma piedra, o como no saber montar una figura de Lego. Y es que transmitir conocimientos no es fácil en absoluto y, si se nos atraganta una materia o un contenido, pueden pasar meses antes de remontar el vuelo. Las matemáticas, todos lo sabemos, pueden amargarnos la vida durante meses, incluso años.
Si no es fácil enseñar nada, mucho menos lo es enseñar matemáticas. No se trata de que el alumno memorice como un papagayo y nos suelte una parrafada sin saber lo que dice. En matemáticas eso no sirve, y tendremos que arreglárnoslas para enseñar de otra forma. Y el Lego, el mítico juego de construcción que tanto nos entretuvo en nuestra infancia, puede sernos de mucha ayuda.
2Un método viral
Es una experiencia que seguro que habrán vivido los profesores de matemáticas. Cada cierto tiempo, les llega a whatsapp o redes sociales un enlace sobre una profesora que enseña matemáticas utilizando Lego. En realidad es una colección de imágenes que circula desde 2013 y que tiene su origen en un artículo de la web de la editorial de material educativo Scholastic.
Dicen los entendidos que se trata de un método útil y con numerosas ventajas. Y es que el Lego es un material que permite ver y manipular algo que es abstracto y difícil y, por lo tanto, enseña a comprender. El Lego, por ejemplo, puede ser de muchísima ayuda para entender el concepto de fracción como parte de un todo y la naturaleza del número y de la unidad.