Si has pasado una larga temporada en un hospital, seguramente te sonará la heparina como uno de los medicamentos que se utilizan más habitualmente. “Un pinchacito en la barriga” suelen decir las enfermeras al menos una vez al día, cuando administran la heparina a sus pacientes.
A lo largo de este artículo trataremos de explicarte qué es la heparina y por qué es considerada como uno de los medicamentos esenciales.
Qué es la heparina
El término heparina procede del griego ηπαρ (epar) que podemos traducir como hígado. La heparina es un glicosaminoglicano muy sulfatado, es decir un tipo de biomolécula, que se utiliza como anticoagulante inyectable. Este es el uso que se le da a nivel médico, pero su papel en la fisiología del cuerpo humano aún no es muy bien conocido.
Sabemos que la heparina se almacena dentro de los gránulos secretores de mastocitos y se libera en el sistema vascular en los sitios donde existe una lesión de los tejidos. Se cree que quizás, más que tener una función anticoagulante, la razón de actuación de la heparina sería la de proteger estos sitios contra bacterias invasoras o elementos extraños.
Como hecho curioso, la biomolécula de la heparina no se encuentra solo en los mamíferos sino en un amplio espectro de especies, incluyendo algunos invertebrados que no tienen un sistema de coagulación de la sangre como el nuestro.
Cuándo se utiliza la heparina
Si una persona tiene que pasar muchas horas del día en reposo implica que sus músculos van a estar inactivos. Esto conlleva que la circulación sanguínea, en general estimulada por el movimiento, se ve entorpecida. Es lo que se conoce como a estasis sanguínea. Esto puede dar lugar a que en la sangre se formen coágulos que, a su vez, pueden ser causa de otras enfermedades o problemas graves. Por esto es necesaria la aplicación de la heparina
La heparina está incluida en la lista de medicinas esenciales de la Organización Mundial de la Salud. En estas lista se incluye la medicación más importante que es necesaria en un sistema de salud básico.
Un anticoagulante básico
La heparina fue aislada por primera vez en la Universidad John Hopkins a partir de las células hepáticas. En general, podemos decir que la heparina se utiliza como anticoagulante que trata de evitar la formación de los coágulos de sangre o los trombos. Suele ser prescrita a las personas con dificultades de movilidad o cuándo es obligatorio hacer reposo por alguna enfermedad o después de haberse sometido a alguna cirugía importante por la que tengamos que permanecer durante mucho tiempo sentados o acostados. Pueden recetarnos heparina si nos han tenido que poner una prótesis o si nos han operado de la rodilla, la cadera o de varices. También en los siguientes casos:
- Si presentamos desordenes de la coagulación de la sangre.
- En caso de tener un coágulo de sangre en el pulmón.
- Para prevenir la formación de un coágulo de sangre en el pulmón
- Si existe obstrucción periférica de la arteria.
- Como prevención del tromboembolismo periférico de la arteria
- Si se detecta un coágulo de sangre en una vena profunda.
- Como prevención de la trombosis profunda de la vena.
- En caso de sufrir un ataque del corazón
- Como prevención del coágulo de sangre que sigue la intervención coronaria percutánea
- Si se padece síndrome agudo del corazón
Cómo se administra la heparina
La heparina se utiliza principalmente en los hospitales y se administra de manera intravenosa como anticoagulante, ya que su biodisponibilidad oral es mala. Si se receta a un paciente que está en su domicilio también suele ser en dosis inyectable ya que es muy fácil de aplicar, puede hacerlo el mismo paciente o un cuidador. Dependiendo de tu estado puedes necesitar una o más dosis al día de heparina.
Si tienes que inyectártela tú mismo lo que tienes que saber es que deberás estar sentado o tumbado y tendrás que inyectarla en un costado del abdomen o quizás en el muslo. Siempre es preferible en una zona en la que haya grasa. Puedes tratar de dibujar de modo imaginario una línea horizontal a la altura del ombligo y dejar un margen de 4 dedos en uno de los laterales, cogiendo un pellizco de tejido subcutáneo.
Antes de inyectarte la heparina, tienes que lavarte las manos y desinfectar con alcohol la zona donde vas a aplicar el pinchazo. A la hora de meter la aguja, tienes que hacerlo de manera perpendicular nunca transversal y asegurarte de que estás usando la dosis que te ha prescrito el médico.
Si después de la administración de la heparina te salen unos pequeños hematomas debes saber qué es normal pero si presentas un sangrado abundante, vómitos o moratones muy grandes deberías consultar inmediatamente a tu médico
Es aconsejable que cada día utilices un lado del abdomen para inyectarte la heparina.
Tipos de heparinas
Podemos distinguir entre la heparina estándar o heparina no fraccionada (HNF) y las heparinas de bajo peso molecular (HBPM). Estas se obtienen a partir de la primera mediante distintos métodos de despolimerización química o enzimática. En general, los estudios tienden a pensar que las HBPM presentan menos complicaciones que las HNF ya que la menor longitud de la cadena de sacaridos hace que su carga negativa también sea menor.
Las HBPM comercializadas en España son bemiparina, dalteparina, enoxaparina, nadroparina y tinzaparina.
Posibles efectos adversos de la heparina
Los efectos adversos que son más frecuentes con la administración de la heparina son las hemorragias y la trombocitopenia y con menos frecuencia la necrosis cutánea y reacciones de hipersensibilidad e hipoaldosteronismo .
En caso de que se produzca una sobredosis se contrarresta administrando protamina de modo intravenoso
Precauciones que se deben tener a la hora de aplicarla
En pacientes fumadores, los médicos deben tener presente que fumar baja los niveles de heparina en la sangre.
En cuanto a su uso en niños. la heparina preservada con alcohol bencílico no debe ser utilizada pues esta substancia se ha asociado a acciones y a muerte adversas en pacientes pediátricos.
En principio, los estudios sugieren que no habría problemas para utilizarlas con mujeres embarazadas o que estén dando el pecho a sus bebés, ya que no atravesaría la placenta ni pasaría a la leche materna.
La heparina puede provocar en los pacientes alérgicos anafilasis, una forma severa de reacción alérgica.