Gilpérez ve «urgente» la consolidación de los operadores de telecos más pequeños

El expresidente de Telefónica España y consejero de empresas como Nae, Panda, Circet Iberia, Sealpath y Grupo Dialoga, Luis Miguel Gilpérez, considera «urgente» impulsar una consolidación de los actores más pequeños del mercado español de las telecomunicaciones para lograr que el sector sea «más fuerte» y pueda ocupar la posición de liderazgo internacional que debería tener.

En una entrevista concedida a Europa Press, Gilpérez ha señalado que es «incuestionable» la necesidad de esta consolidación y ha incidido en que «la más beneficiosa» es la que se puede producir entre todos los pequeños actores para, sobre esa base, desarrollar el mercado. «Creo que es mucho más urgente que la consolidación que pueda haber entre dos grandes», ha asegurado.

Gilpérez ha remarcado que el mercado español de las telecomunicaciones está «bastante atomizado», ya que además de los cinco grandes operadores (Telefónica, Orange, Vodafone, Grupo MásMóvil y Euskaltel), existen muchas zonas del país donde hay una «competencia terrible» al entrar en juego compañías regionales o de menor tamaño.

Así, ha incidido en que este proceso consiste no tanto en que se unan los actores más pequeños para crear operadores de mayor tamaño, lo que puede ocurrir en una primeras fase, dado que esto generararía aún más diversificación en el mercado, sino en que estos se integren al final del proceso dentro de los grandes.

Por tanto, ha incidido en que lo importante no es si hay tres o cuatro grandes operadores de mercado, sino que la competencia en algunas zonas no sea de hasta diez compañías, como ocurre actualmente. En su opinión, se debería proteger el desarrollo del mercado dando acceso a aquellos operadores que invierten, no tanto a los que utilizan las redes de otros para prestar sus servicios.

En este sentido, ha indicado que un escenario con muchos operadores tiene un lado positivo en cuanto a que favorece la accesibilidad al mismo y unos precios más asequibles, pero también uno negativo, ya que es un «lastre» para el desarrollo de un sector que debería ser líder, crear empleo y convertirse en la punta de la digitalización del país.

Por ello, ha incidido en la conveniencia de dejar de recurrir solo al mensaje de la accesibilidad y darle al sector «la robustez y la capacidad» que necesita para ejercer su papel dinamizador de toda la economía, lo que no es incompatible con que haya precios suficientemente accesibles, para lo que basta con tres o cuatro operadores.

Así, ha incidido en que la necesidad de inversión, de tecnología y de evolución que existe hoy en día no se puede plantear en un sector con dificultad de desarrollo en el que «uno se dedique a invertir y los demás se aprovechan», porque además de no ser «justo», puede acabar haciendo que el primero prefiera dedicarse a otras cosas en vez de a invertir.

PAPEL DEL REGULADOR

Gilpérez ha señalado que la culpa de que el sector español de las telecomunicaciones haya perdido el liderazgo que tuvo hace unos años es de la regulación, que no ha ayudado a que se desarrolle de la misma manera que en otras partes del mundo, pese a que se ha «hecho de todo», y a que alcance el valor que debería tener.

En su opinión, con el modelo actual el sector corre el riesgo de quedarse estancado. Así, ha apuntado que, si se comparara con la evolución de las distintas tecnologías de telefonía móvil, España tendría «un modelo 3G, cuando debería apostar por un modelo 5G», y eso «inevitablemente» pasa por una consolidación de operadores.

En este sentido, ha reconocido que empieza a verse algún tipo de cambio en la postura de los reguladores, pero es todavía «muy lento», al mismo tiempo que ha subrayado que Europa debe plantearse, como ya han hecho otras regiones del mundo, la protección de sus empresas.

Así, ha remarcado que el reto que tiene ahora Europa es su industrialización y ganar posiciones a nivel internacional para ser un actor relevante. «No podemos ser el terreno de juego en la disputa de China y Estados Unidos», ha incidido Gilpérez, quien ha agregado que tiene que ser «una discusión a tres bandas».

CONSOLIDACIÓN INTERNACIONAL

Por otro lado, Gilpérez ha indicado que la consolidación de los grandes operadores del mercado español permitirá la creación de compañías líderes que puedan apostar por retos que «vayan más allá de mercado doméstico» y obtener una mayor posición en el contexto internacional.

Así, ha apuntado que los operadores españoles, salvo los tres grandes, tienen una visión más local, por lo que ha defendido que otras compañías relevantes del sector deberían apostar por ganar relevancia en otros países de Europa, como está haciendo MásMóvil en Portugal, o de Latinoamérica, que considera es el «mercado natural» para España.

LA ENTRADA DE LOS FONDOS, UN «ESPALDARAZO»

Respecto a la entrada de fondos de inversión en operadores españoles, tanto grandes como de menor tamaño, ha señalado que es un «espaldarazo» al posible proceso de consolidación, ya que es una demostración de que «hay valor por capturar» en el sector. Por ello, ha señalado que puede ser un «acicate» para que esto se acelere, ya que si algo tienen los fondos es capacidad inversora.

En cuanto al auge del sector de infraestructuras de telecomunicaciones, Gilpérez ha alabado el trabajo de una «calidad incalculable» que está llevando a cabo Cellnex, pero ha considerado que el empuje de este sector responde a «momentos y tendencias de mercado» y será algo «temporal».

En este sentido, ha admitido que no entiende bien la valoración y los múltiplos que tiene el subsector de infraestructuras en comparación con el del conjunto de las telecomunicaciones, porque debería ser «al contrario». Además, ha agregado que en un futuro los operadores de infraestructuras se diversificarán y reinventarán para abarcar más de las que tienen ahora.