El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha llamado este sábado a los suyos a «seguir cambiando con Galicia» y, tras subrayar el nuevo escenario marcado por la pandemia, ha defendido los relevos de caras que ha realizado en el primer y segundo nivel de su Ejecutivo para afrontar «nuevos retos» en los ámbitos sanitario, económico y social, en una época que será «dura».
«En este año 2020 en el que todo el mundo afronta una pandemia, cuando nos ha llenado de dudas lo que debíamos hacer, hemos intentado cambiar el Gobierno gallego para que traiga certezas. La Xunta se renueva y se rearma», ha proclamado, en la reunión de la junta directiva del PPdeG, máximo órgano del partido entre congresos, que se ha celebrado en A Coruña.
Ante los suyos, Feijóo ha justificado sus últimas decisiones en la Xunta, convencido de que los gallegos no le «prestaron su apoyo mayoritario» ni le dieron «una mayoría abrumadora» en las elecciones del 12 de julio para «hacer lo mismo», sino para «responder a nuevos retos y buscar nuevas soluciones» en el complicado escenario del coronavirus y sus consecuencias.
El líder popular ha reivindicado la renovación y el cambio en un discurso en el que ha subrayado que hay que «cambiar con Galicia» y ha insistido en que «sería un error pensar que Galicia ha votado al inmovilismo o para que todo siga igual». También ha dado las gracias por su «generosidad» a quienes han dejado paso o a los fichajes que tendrán que afrontar una realidad que –ha avanzado– será «dura».
«Más dura a final de año, y dura en todos los meses de 2021», ha anticipado, para añadir que, tras años de «crecimiento económico» en los que e empezaba a escuchar que «sí» en el Gobierno, ahora llegarán los tiempos del «no» y la gestión más difícil con «menos dinero y menos presupuesto».
Por ello, ha admitido que no es «el mejor momento» para asumir la responsabilidad que conlleva un cargo público, aunque también ha dejado un mensaje positivo: la convicción de que Galicia podrá «salir de esta.
En este arranque del curso político «distinto», en el que los populares han convocado esta cita –con unas 200 personas en Palexco– en vez del tradicional acto multitudinario, han intervenido los presidentes provinciales del partido en A Coruña, Diego Calvo; Lugo, Elena Candia; y Pontevedra, Alfonso Rueda.
En representación de Ourense lo hizo el jefe del Legislativo, Miguel Santalices, pues que, según fuentes populares, el líder provincial ourensano, Manuel Baltar, no pudo acudir por motivos familiares.
«CAMBIAR CON GALICIA»
Feijóo ha subrayado lo diferente que resulta este acto del tradicional de inicio de curso que los populares suelen convocar en el arranque de septiembre, pero ha defendido que «el fondo es el mismo». «No podemos estar físicamente cerca, pero estamos más unidos que nunca», ha proclamado, antes de esgrimir que, aunque el partido siga siendo «el mismo», su compromiso debe ser «cambiar con Galicia».
«Nuestro compromiso es cambiar con Galicia, interpretar ese cambio y, si es posible, protagonizarlo», ha defendido, antes de subrayar la necesidad de contar «con un discurso propio» y propuestas «concretas» que sean «compatibles» con las conductas y decisiones que después se adoptan desde los cargos de responsabilidad.
Y «cambiar con Galicia», ha añadido, «no implica hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder, sino servir a Galicia, actualizar principios y responder a retos de hoy que, lamentablemente, son muy distintos, a los que había solo hace un año, al empezar el curso de 2019″.
A renglón seguido, ha advertido que si el PPdeG ha logrado «la confianza de los gallegos durante cuatro décadas consecutivas no es por casualidad ni por descarte«, sino porque los populares han sido «capaces de encarnar los anhelos mayoritarios» de sus vecinos y convertirse en «la herramienta política más útil» para que «esas ideas y anhelas» sean su «catecismo político» y la base de «su conducta».
«La Galicia de esta democracia no ha dejado de cambiar y nosotros tenemos que seguir cambiando con Galicia y servirla ejerciendo el poder responsablemente. Si nos quedamos anquilosados, Galicia nos superará», ha advertido, con la convicción de que sería equivocado pensar que se ha votado «al inmovilismo». «Quien confía en nosotros, sabe que somos el partido más dinámico y que los anquilosados pertenecen a otras papeletas», ha subrayado.
«DECIR LA VERDAD Y GESTIONAR LA DURA REALIDAD»
Tras esta reflexión, Feijóo ha defendido ante los suyos sus últimas decisiones en el nuevo Gobierno autonómico –con relevos en áreas clave para la gestión de la pandemia como la sanitaria, la educativa o la social. «Cambios», ha remarcado, con los que aspira a articular «nuevas soluciones» para enfrentar «nuevos retos» y dar «nuevas respuestas» en ámbitos como el económico, empleo o bienestar».
Todo ello en el marco de una crisis sanitaria en la que, ha advertido, se ha puesto de manifiesto que «los poderes públicos son esenciales» y tienen que «coordinarse entre sí» con el objetivo «común» de «no dejar tirado a nadie y de no dar una vida por perdida».
Con deseo de «acertar» con los cambios que ha impulsado en su Ejecutivo, ha explicado que, en clave de partido, los populares se «renovaron» tras el batacazo de las municipales de 2015, también en el plano institucional, y en 2016 se pudo revalidar la mayoría absoluta. Por ello, ha insistido en que cambiar un Gobierno y una estructura diseñada en tiempos en los que no había una pandemia contribuirá a «responder con eficacia» en un escenario nuevo.
Y ya con los cambios sobre la mesa, ha destacado que tocará «decir la verdad» y gestionar una realidad «dura», que será «más dura a final de año» y «en todos los meses de 2021». Una gestión que habrá que acometer «con menos dinero, menos presupuesto y menos capacidad», ha avisado.
«MANO TENDIDA» Y RECUPERAR LA CONFIANZA
Tras proclamar que la política está para «solucionar problemas y no para crearlos, para escuchar a los demás y, si son buenas ideas, ponerlas en práctica», el presidente gallego también ha subrayado que es preciso «ayudar a recuperar la fe en la política» dando «certezas» frente a «incógnitas, las peleas, el ‘todo mal’, y los que gobiernan sin rumbo».
Y para «resistir los envites de la pandemia», también ha considerado preciso «recuperar al confianza en quienes trabajan en los servicios públicos». Dicho esto, ha recalcado que las elecciones ya se han celebrado y ha lanzado un mensaje a sus rivales políticos: pese a su mayoría absoluta, mantiene «la mano tendida» a la oposición.
«Responsabilidad y oposición no son conceptos contradictorios, y hacer una política constructiva y útil es su responsabilidad. Responsabilidad no es decir que sí a todo ni tampoco que no a todo», ha añadido.
«CADA DÍA MÁS ORGULLOSO» DE SER DEL PP
Y ya en clave de partido, emocionado, ha proclamado que está «cada día más orgulloso» de formar parte del PPdeG, «un partido leal, que nunca creó divisiones y no hizo más que cumplir el Estatuto, la Constitución y defender España».
Una vez más, ha enfatizado la importancia de ser una fuerza «unida«, ya que «los partidos que se pelean sacan malos resultados». El PPdeG, ha concluido, es «el partido de las personas» y el que «tomará decisiones» sin «destruir a la oposición» ni tratará de disfrazar «la inacción socavando al resto de partidos democráticos».
«Muy orgulloso» de pertenecer al PP, ha dado las gracias a los suyos por un resultado «histórico» en las urnas y les ha animado a continuar la tarea. Por su parte, ha prometido que «seguirá trabajando» por el partido y por Galicia.