Editores independientes reunidos en el marco de las Conversaciones Literarias en Formentor (Mallorca), que se celebran este 19 y 20 de septiembre, han hecho un llamamiento para que la cultura ocupe «el centro del debate público» y no sea «presentada solamente como un ornamento lúdico».
En un manifiesto firmado por una veintena de editores, señalan que «en estos momentos tan difíciles para el conjunto de la sociedad, a los que el sector del libro no es ajeno» han resistido la pandemia y manifiestan su confianza de que saldrán «adelante».
«En un contexto de absorción de editoriales por grandes grupos y de importantes cambios, los editores independientes suponen cada vez más un imprescindible elemento del ecosistema literario» enfatizan en el documento, en el que argumentan que su «permanencia y fortalecimiento redundan en un enriquecimiento de la diversidad cultural y de pensamiento».
El texto ha sido firmado por Juan Casamayor (Páginas de Espuma), Claudia Casanova (Ático de los Libros), Enric Cucurella (Alpha Decay), Fernanda Febres-Cordero (Turner), Ángel Fernández (Jotdown), Benito García Noriega (Krk), Miguel Lázaro (Cabaret Voltaire) Jan Martí (Blackie Books), Diego Moreno (Nórdica), José de Olañeta (Olañeta Editor), Sandra Ollo (Acantilado, Quaderns Crema), Joaquín Palau (Arpa Editores), Clara Pastor (Elba) Román Piña (Slooper), Enrique Redel (Impedimenta), Rosa Rey (Angle Editorial), Eli Riera (Wünderkammer), Fèlix Riera (Hänsel i Gretel, ED Libros), Luis Solano (Libros del Asteroide) y Santiago Tobón (Sexto Piso).
El manifiesto se ha leído en el marco de las Conversaciones Literarias que se celebran en el*Hotel Formentor a Royal Hideaway, donde este pasado 18 de septiembre fue galardonado con el Premio Formentor de las Letras 2020 el escritor holandés Cees Nooteboom.
Por otro lado, los editores abogan por el mantenimiento de la red de librerías y bibliotecas, así como el del sistema del precio fijo y manifiestan su deseo de potenciar el papel prescriptor del editor para lo que cuentan con «la complicidad de muchos libreros, lectores y críticos».
Sobre su papel, señalan que abren «nuevas vías editoriales» y dan «voz a autores que resultan necesarios», además de publicar «de forma diferente, utilizando el papel de modo sostenible como soporte esencial del libro sin renunciar a las nuevas tecnologías» y ejercer de «resistencia cultural».
También hacen hincapié en que enriquecen el tejido cultural y ponen en contacto a diferentes ámbitos. Por ello, argumentan, no proporcionan «solamente ocio«, sino que son «a la vez espacio de creación, laboratorio social y escuela».
Asimismo, reiteran que «más que el tamaño, el número de títulos u otros criterios economicistas», lo que les define «es la voluntad de editar y edificar un catálogo» según su propio proyecto, al tiempo que se constituyen en «motores de ideas y valores»; invierten en todo ello su propio dinero; ejercen su papel de una forma que permite el trato directo con el autor, acompañarlo y realizarle sugerencias sobre su trabajo durante el proceso creativo, donde el beneficio económico es una condición pero «no objetivo fundamental», al tiempo que enfatizan que son responsables, controlan y toman las decisiones de todos los aspectos de la producción del libro «de manera autónoma, imprimiendo en ellas una personalidad».
Por todo ello, se emplazan a celebrar futuras reuniones, seguir compartiendo experiencias y eventualmente trabajar en proyectos comunes.
RESISTENCIA CULTURAL
La edición de este año de las Conversaciones lleva por lema ‘Bagaudas, goliardos y estilitas’ y reúne a escritores, editores, intelectuales y periodistas ante un público limitado que, debido a la pandemia, se podrán seguir sus reflexiones a través de la web de la Fundación Formentor (‘www.fundacionformentor.com’) una «medida de excepción», como han señalado los impulsores, tomada «en virtud de las restricciones sanitarias, la prudencia y el sentido común que recomiendan evitar las aglomeraciones públicas».
Tenemos que mantener vivo el fuego de la cultura«, afirmo en la antesala del encuentro el director de la Fundación Formentor, Basilio Baltasar. «Los escritores invitados intervendrán en Formentor, leerán sus ponencias y mantendrán esta conversación virtua (excepcionalmente) como acto de resistencia y afirmación cultural», aseguró.
En cualquier caso, la organización ha manifestado que espera que la celebración virtual de las Conversaciones de Formentor «no sirva de precedente» y que la próxima convocatoria permita reunir al público y a los escritores invitados como durante los últimos doce años.
Las Conversaciones Literarias de Formentor se organizaron por primera vez en la década de los años treinta auspiciadas por Adan Diehl, creador del Hotel Formentor. Continuaron en la década de los sesenta con el patrocinio de Tomeu Buadas. Desde el año 2008 las Conversaciones Literarias cuentan con el mecenazgo de Simón Pedro Barceló, actual propietario del hotel.
La Fundación Formentor ha sido creada para organizar el Premio Formentor de las Letras y las Conversaciones Literarias que se celebran cada año en Formentor. La entidad, auspiciada con el mecenazgo de la familia Barceló, da continuidad a los encuentros culturales iniciados en 1930 y al premio literario convocado por los editores europeos desde 1961.