La organización ecologista WWF ha denunciado este viernes el «grave problema social» que existe en Galicia con los incendios que «sigue sin ser resuelto» y advierte: «Los montes gallegos no arden solos».
A su juicio, la alta siniestralidad es una constante en el noroeste ibérico, donde hasta en el 99% de los fuegos está detrás el ser humano.
Según indica WWF, en Galicia la tasa de intencionalidad se eleva hasta el 80% de los incendios, frente al 55% a escala nacional, con una muy arraigada cultura del fuego en el medio rural y la existencia de graves conflictos sociales y económicos que continúan sin ser resueltos desde hace décadas.
La organización señala que el paisaje en Galicia «es un polvorín listo para arder debido al despoblamiento y envejecimiento de la población, al derivado abandono agrario y forestal, con un paisaje continuo de casas y árboles bajo una escasa gestión y ordenación territorial».
LA POBLACIÓN, EN PELIGRO
Pero además, señalan que el cambio climático «desempeña cada vez más un papel más relevante», de modo que «en las últimas décadas se ha registrado un aumento de los fenómenos extremos, como las olas de calor y las sequías en Galicia».
La responsable de Bosques de WWF España, Diana Colomina, ha recordado que, «cada pocos años, se dan las condiciones meteorológicas perfectas para que se produzca una crisis incendiaria inabordable». Esta situación, ha advertido, «pone en serio peligro a la población».
«Estas crisis cada vez serán más frecuentes y peligrosas debido a los efectos del cambio climático y dejarán una profunda huella en las comarcas donde se producen», ha declarado.
Ante esta situación, la organización ecologista ve «urgente» impulsar políticas basadas en el estudio de causas y motivaciones, identificando causantes, aplicando de forma efectiva sanciones, buscando alternativas al uso del fuego en el medio rural, recompensando buenas prácticas y haciendo mayores esfuerzos en sensibilización sobre el creciente peligro de incendio.
También ve «imprescindible» revisar las prioridades en la lucha contra el fuego, revirtiendo la actual situación de abandono de muchos montes para aprovechar el enorme potencial económico del sector forestal en Galicia.
Para ello, explica WWF, hay que poner en marcha un sistema integrado de políticas de prevención basado en planes específicos de prevención integral, con presupuesto suficiente, en las zonas de alto riesgo de incendio ya identificadas. «La apuesta debe pasar también por la recuperación de masas autóctonas mixtas e irregulares, más resistentes al fuego y, por supuesto, seguir haciendo presión para combatir el cambio climático», concluye.