La receta “de la abuela” para un tomate frito casero

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En cocina puede pasar en ocasiones que, lo más sencillo en apariencia, suele ser de lo más difícil de preparar. Siempre hay un secreto, un truco que hay que manejar para bordar la receta. Y precisamente es eso lo que pasa con el tomate frito. Podemos comprarlo hecho, y no estará del todo malo. Podemos hacerlo de cualquier manera, machacando el tomate como Dios nos dé a entender, pero no será igual de bueno que si lo preparamos siguiendo la receta de toda la vida. 

Una buena salsa de tomate frito parece que pasa desapercibida. Sirve para acompañar un arroz, una pasta o incluso carne. Y todos admirarán ese arroz, esa pasta o esa carne, sí, pero un buen tomate es la base fundamental para apreciar el plato. Toma nota, que aquí te explicamos paso a paso cómo hacer un tomate frito para chuparse los dedos.

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Últimos pasos

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Una vez tenemos todo lo anterior, le echamos 300 centilitros de agua caliente, lo removemos todo y tapamos. Ponemos el fuego fuerte, pero no a tope. 

Con la tapa puesta lo dejamos cocinar durante veinte minutos. Luego retiramos la tapa y lo dejamos durante diez minutos más, removiendo un poco de vez en cuando, y con el fuego medio-bajo.

Apagamos y dejamos reposar tapado durante cinco minutos. Luego podemos servirlo directamente o envasarlo. ¡Y a disfrutar! 

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