La nueva entidad resultante de la fusión entre Caixabank y Bankia será el «banco de referencia» en España con más de 20 millones de clientes, una cuota en créditos y depósitos del 25% y 24%, respectivamente, y una presencia geográfica «diversificada y equilibrada», según han resaltado ambas entidades.
El nuevo grupo, que mantendrá la marca CaixaBank, superará los 664.000 millones en activos totales, un volumen que «le convertirá en el banco de mayor tamaño del mercado doméstico, con una posición relevante a nivel europeo», y una capitalización bursátil superior a los 16.000 millones de euros.
Así, según las entidades fusionadas, el nuevo grupo ostentará la primera posición en la cuota de mercado de todos los productos clave: depósitos (24%), créditos (25%) y ahorro largo plazo (29%), que incluye los seguros de ahorro, los fondos de inversión y los planes de pensiones.
Asimismo, la nueva Caixabank alcanzará una presencia geográfica «equilibrada y diversificada», con la red de oficinas «más extensa y especializada del sector y la voluntad de mantener la cercanía al territorio y la inclusión financiera que CaixaBank y Bankia siempre han demostrado», han destacado ambas entidades.
La entidad combinada tendrá presencia en alrededor de 2.200 municipios, y en 290 será la única entidad con representación.
Asimismo, ambas entidades han resaltado que la capilaridad de la red junto con las capacidades digitales -con 10 millones de clientes digitales en España- permitirán seguir mejorando la experiencia del cliente.
AHORROS ANUALES DE 770 MILLONES
El grupo resultante de la fusión de Caixabank y Bankia prevé conseguir unos ahorros recurrentes de costes de 770 millones de euros anuales, de forma plena a partir de 2023, y generar progresivamente sinergias de ingresos de 290 millones de euros anuales en un horizonte de cinco años.
Asimismo, ambas entidades han estimado que el beneficio por acción para los accionistas de Bankia se incrementará un 69% sobre las estimaciones para 2022 y un 28% para los de Caixabank, al tiempo que los objetivos de solvencia del grupo resultante se situarán entre el 11% y el 11,5%.
Tras saneamientos adicionales consecuencia de la operación, la entidad fusionada presentará, según las entidades, la ratio de morosidad más baja en España, del 4,1%, y una cobertura «confortable» del 64%, «de las más altas entre los principales bancos en España».
Además, la «sólida» posición de capital de CaixaBank y Bankia permitirá absorber los costes de reestructuración y los ajustes de valoración, resultando en una ratio CET1 de la entidad combinada del 11,6%, manteniendo un margen «muy amplio» -310 puntos básicos- sobre el nivel exigido regulatoriamente.
Asimismo, ambas entidades han resaltado que la «fortaleza» en liquidez, con 128.000 millones, que seguirá como «seña de la entidad», facilitará el apoyo a la recuperación económica a través del crecimiento del crédito.
Por último, la generación de sinergias mejora la rentabilidad esperada, con un RoTE estimado a partir del consenso del mercado que se situará en niveles superiores al 8% en 2022.