Los ministros de Asuntos Exteriores de España y de Portugal, Arancha González Laya y Augusto Santos Silva, respectivamente, han descartado este viernes volver a cerrar la frontera común por el aumento de casos de Covid-19 y han recalcado que prefieren gestionar la pandemia con medidas «quirúrgicas y puntuales», según la expresión que ambos han usado.
En rueda de prensa en Lisboa, donde ambos se han reunido para preparar la próxima Cumbre entre los dos Gobiernos, Silva ha sido tajante al afirmar que Portugal no cerrará la frontera pese al mayor aumento de los casos en España. «En Europa esto no lo vamos a resolver cerrando fronteras sino cooperando entre nosotros», ha dicho.
Por su parte, González Laya ha afirmado que el aumento de casos «en España y Portugal no es la excepción sino la regla» en Europa, y que la responsabilidad de los gobiernos es hacer una «gestión responsable.
En el caso de España, ha dicho, esta gestión se está haciendo «invirtiendo en testeo», «asegurando el rastreo de contactos» cuando se detecta un positivo y con «aislamiento quirúrgico» de los casos. Así, ha defendido que el hecho de que más de la mitad de los casos detectados sean asintomáticos demuestra el esfuerzo que se está haciendo en la realización de tests.
En España, ha proseguido, se sigue «confinando a los ciudadanos pero no de manera generalizada sino de manera quirúrgica: una casa un grupo burbuja en un colegio, un pueblo, una región, pero no un país» porque la situación no es la misma que en el mes de marzo. La letalidad, ha dicho, es inferior al 0,4 por ciento, frente al 8 por ciento de la primavera.
González Laya ha admitido que hay «lugares puntuales con una presión sanitaria más elevada» y por eso, ha dicho, el Gobierno central ha puesto en marcha protocolos comunes con las comunidades autónomas para que tengan instrumentos para controlar los rebrotes.
En algunas comunidades autónomas, ha dicho, las medidas han logrado reducir la curva de los rebrotes, mientras que «en otras donde se han tomado medidas más tarde o de manera más insuficiente todavía hay un poco de trabajo por hacer». Y ha mencionado el caso de Madrid, «donde la presidenta ha pedido apoyo al presidente del Gobierno.
A su juicio, la lección aprendida de estos meses es que se pueden tomar «medidas más decididas allí donde hay problema de transmisión comunitaria» y a la vez mantener las fronteras abiertas a la libre circulación de ciudadanos. En Portugal, ha acotado Silva, están aumentando los contagios, pero no las hospitalizaciones.
Los dos ministros se han reunido en Lisboa para preparar la Cumbre hispano-portuguesa que se celebrará el 2 de octubre en la ciudad portuguesa de Guarda. Los dos gobiernos empezaron a trabajar en la cumbre a principios de año con el foco puesto en impulsar una estrategia para la zona transfronteriza.
Tras la pandemia, ha dicho la ministra española, esa estrategia cobra aún más sentido y se quiere hacer «una inversión muy decidida para impulsar la transformación de las regiones fronterizas» y su reindustrialización. En la cumbre se abordarán las conexiones ferroviarias y la suspensión del Lusitania Expreso.
Se trata de dar una señal fuerte para que empresas y ciudadanos salgan reforzados de la crisis y ello contando también con los fondos del Fondo Europeo de Recuperación que quieren que esté disponible a principios de 2021.
Los dos ministros han repasado también otros asuntos europeos, así como la relación de la UE con sus vecinos del sur y la situación en Libia y en el Mediterráneo Oriental, donde González Laya ha dicho ver «con esperanza como se va abriendo el diálogo entre Grecia y Turquía».